Irene Urdangarin es la única hija que vive al lado de la infanta Cristina, pero esto podría tener los días contados. Al cumplir la mayoría de edad, y con el ingreso en prisión de Iñaki Urdangarin, Juan, Miguel y Pablo decidieron seguir su camino. Los sobrinos de Felipe VI estudiaron en Reino Unido, Francia, Madrid y Barcelona. A día de hoy todos residen en Barcelona. Al ser menor de edad, Irene todavía no puede decidir. No obstante tiene claro que no quiere estar al lado de su padre, con quien la relación es más distante desde se separó de su madre y empezó una relación con Ainhoa Armentia. La hija menor del ex duque de Lugo y la infanta tiene muchas ganas de abandonar Ginebra y volver a Barcelona, donde aún guarda a sus mejores amigas, y por supuesto, donde se encuentran sus hermanos.
La infanta Cristina está muy preocupada. Sabe perfectamente que su hija no es feliz en Ginebra y se encuentra sola. Echa de menos a sus hermanos y quiere estudiar en España. La hermana de la infanta Elena tampoco estaría contenta con el camino que quiere seguir su hija. Parece que su prima Victoria Federica le habría influenciado. Quiere estudiar diseño de moda porque además le encantaría ser influencer. Espera que esa descabellada idea se le salga de la cabeza.
La infanta Cristina tiene miedo por quedarse sola
No obstante, lo que no podrá evitar es que Irene Urdangarin, que ya es toda una mujer y en pocos meses cumplirá la mayoría de edad y podrá decidir por ella misma, se instale en Barcelona junto a sus hermanos. La infanta Cristina tiene miedo por quedarse sola. Su hija pequeña le ha hecho mucha compañía en estos momentos tan difíciles para ella.
El problema es que a corto plazo Cristina de Borbón no podría regresar a España. Aunque puede trabajar desde cualquier parte del mundo y debe acudir a Barcelona y Madrid en varias ocasiones al mes para algunas reuniones presenciales, el divorcio con Iñaki Urdangarin complicaría las cosas.
Irene Urdangarin podría vivir tranquilamente con el dinero que le envía Juan Carlos I. Su abuelo paga los estudios de cada uno de sus nietos. El colegio de la pequeña de los Urdangarin cuesta 40.000 euros anuales.