Irene Urdangarin ya es adulta. Ella es la última de los sobrinos Borbón que cumple 18 años y ya puede tomar decisiones adultas. La chica es la única que vive en casa de su madre, en Suiza, y planifica allí su vida universitaria, lejos de Barcelona, la ciudad dónde nació, dónde creció y dónde algún día espera volver, pero no será pronto. Los cuatro hijos de la infanta Cristina tienen dos cosas en común: vivir desconectados del resto, en ciudades diferentes de dentro y fuera de la Unión Europea (Barcelona, Madrid, Londres y Ginebra), y estar en contra de su padre, Iñaki Urdangarin. El exmarido de la infanta rompió la familia yendo a la cama de otras mujeres, la última de las cuales Ainhoa Armentia fue la gota que hizo tirar el vaso. Ahora todo son prisas de Iñaki para reconciliarse con los cuatro hijos.
La más herida es Irene, porque cuando estalla todo el escándalo era menor, porque como chica se solidariza mejor con la madre cornuda y porque es la que vive con Cristina y se traga las lágrimas de su madre en casa. Ahora Hola revela que padre e hija han pasado horas juntos en Barcelona con la excusa del último partido de Pablo Urdangarin con el Barça. Irene está de acuerdo en pasar horas con su padre, en Barcelona o el próximo viernes en Ginebra por la graduación, pero le impone una condición: no quiere ver ni en puntura a la madrastra, Ainhoa Armentia. Unas fotos, las de los hijos de Cristina con Ainhoa, que destrozarían a la infanta. Irene lo tiene claro: "Papá, tú sí, pero a tu novia no la traigas, nunca". E Iñaki acata. Las fotos son del Instagram d'Hola:
El vínculo que suavizó el encuentro padre-hija es la novia de Pablo, Johanna, que era compañera de Irene en el Liceo francés de Barcelona. Así Iñaki fue con los consuegros a ver el partido. Johanna con la camiseta de Pablo en el Barça, con el 77, que ya no vestirá nunca más e Irene con una cartulina blanca donde aparece el nombre y el dorsal de su hermano: Pablo 77. Hola escribe"Sabíamos que Irene y Johanna Zott, la novia de Pablo, se conocieron en el Liceo Francés, pero no se esperaba verlas juntas ‘uniendo’ a las dos familias. Por un lado, los Urdangarín y por otro, los padres de la joven, Chris Zott y Elena Sophie, y sus dos hermanas". La familia Borbón y la política, unidas, e Iñaki, el elemento extraño, plantado en medio.
Hay una cosa muy extraña donde coinciden dos medios muy royals, Hola y Vanitatis: la obsesión de que Pablo puede superar la carrera deportiva de su padre Iñaki en el Barça y la Selección. Es imposible. Escribe ahora Hola"Pablo jugará la próxima temporada con el Granollers, uno de los fuertes de la liga, en el que podrá contar con más minutos de juego que en su anterior equipo. Una nueva experiencia para el joven de 22 años, que, según algunos expertos, podría superar los éxitos alcanzados por su padre, quien formó parte del famoso ‘dream team’ del F. C. Barcelona de balonmano y logró con la selección española dos medallas olímpicas y un campeonato de Europa". Pablo a los 22 años ya no podrá ni acercarse al palmarés del padre, pero es que, aparte, no es lo bastante bueno. Dos años en el Barça han servido para demostrarlo. En el Granollers puede hacer mejor papel que en el Barça pero a años luz del de Iñaki Urdangarin. Esta absurda insistencia de los medios monárquicos solo hace que frustrar la carrera del pobre Pablo. Irene y Johanna hacen bien en animarlo. E Iñaki hará bien en explicarle cómo va esto del balonmano europeo, quién es el Barça y qué supone haberse marchado por la puerta de atrás.