Una vez más han quedado visibles las diferencias entre Cristina e Iñaki. Irene Urdangarin pasó el verano con su pareja, Juan Urquijo, antes de marcharse a Reino Unido este mes de septiembre. Hicieron alguna excursión, salieron a cenar y dieron paseos por Madrid. La benjamina de la familia también se reunió con sus hermanos y pasó unos días en la playa con su madre. Sin embargo, ni rastro de su padre, no ha querido despedirse de él, y es que la relación entre ellos continúa siendo bastante mala por culpa de Ainhoa Armentia.
Irene Urdangarin conoció a Ainhoa Armentia mientras realizaba el voluntariado en Camboya, se la encontró en el lugar más inesperado, a miles de kilómetros de España. Iñaki Urdangarin le hizo una visita y fue acompañado de su pareja. La intención era que todos sus hijos conociesen por fin a la abogada tras firmar el divorcio con la infanta Cristina. Ya no había que hacer caso a la cláusula la parte contraria. Sin embargo, a la hermana de Juan, Pablo y Miguel, su presencia le molestó bastante. Se enfadó con su padre y se marcharon a los pocos días.
Los hijos de la infanta Cristina no tienen una relación cordial con Ainhoa Armentia. La aceptan como pareja de su padre, pero poco más. No tienen ningún contacto, especialmente la benjamina de la familia que es quien peor lo ha pasado con esta separación. En cambio, el exjugador de balonmano se ha ganado el cariño de los dos hijos adolescentes de la de Vitoria. En más de una ocasión se les ha visto hacer planes juntos, especialmente con el más pequeño, como por ejemplo ir en bici.
Irene Urdangarin no quiere tener ninguna relación con Ainhoa Armentia
En una ocasión Iñaki fue a ver a Irene Urdangarin en compañía de Ainhoa y sus dos hijos, y la joven obligó a su padre a comer a solas, no quería a la abogada a su lado. Lo mismo sucedió en Camboya, donde Ainhoa pasó unas horas en el hotel de cinco estrellas que curiosamente, el exduque de Palma, que siempre dice que no tiene ni un euro, reservó.
Iñaki Urdangarin quiere poder tener una vida normal con Ainhoa Armentia y no lo consigue porque sus cuatro hijos siempre le dan la espalda. Tampoco logra que acepten a los dos hijos de la abogada y los vean como sus hermanos. Los Urdangarin ya son demasiado mayores y cada uno hace su vida. Además, les ha sentado muy mal la forma en la que se han hecho las cosas.