Irene Urdangarin ya aparece en la lista de vetos de Letizia. Parecía que los hijos de la infanta Cristina eran unos santos, unos adolescentes educados y estudiosos, pero no es realmente así. Justo al cumplir la mayoría de edad todos han volado del nido y se han puesto en el foco mediático, algunos más que otros. La benjamina de la familia se ha mantenido al lado de su madre en Ginebra hasta que cumplió la mayoría de edad. Al no superar las pruebas de acceso a la prestigiosa universidad de Lausana, Irene tomó otro rumbo en su vida. Hizo un voluntariado en Camboya para no desperdiciar el año siguiendo los pasos de su hermano Juan. La infanta Cristina se escuda en la tormentosa separación de sus padres para justificar el bajo rendimiento escolar de la niña.
Para la infanta Cristina, Victoria Federica siempre ha sido una mala influencia, pero ahora podemos comprobar que pasa mucho tiempo con Irene Urdangarin, algo que no es de su agrado pero poco puede interferir. Juntas salen de fiesta hasta altas horas de la madrugada. Le ha presentado a sus amigos, los restaurantes de lujo de la capital o los locales de moda. Está disfrutando de su mayoría de edad, y si sus planes no salen según lo previsto está dispuesta a seguir los pasos de su prima y hacerse influencer. Por ahora ha mostrado mucha naturalidad y facilidad a la hora de responder a los medios de comunicación.
Letizia no se reúne con ningún Borbón, tampoco se lo permite a Leonor y Sofía
Hasta que se marche a Reino Unido para iniciar sus estudios universitarios, el próximo mes de septiembre, Irene Urdangarin se ha instalado en Madrid, concretamente en Zarzuela, en el palacio en el que vive la reina Sofía, su abuela. Felipe VI no le ha dicho nada, y es que ese territorio es de todos. Solo el Pabellón del Príncipe es propiedad de los actuales reyes, y lógicamente Letizia no les va a dejar pasar por la nula relación que existe entre ellos. Tampoco deja que Leonor y Sofía, ahora que están en Zarzuela vean a sus primos.
Letizia no se ha mostrado cordial en ningún momento con Irene Urdangarin, tampoco con Miguel. Los hijos de la infanta Cristina son repudiados por su parte. Mientras que Felipe los ha visitado aprovechando las visitas constantes a la reina Sofía, en el caso de Letizia es distinto. Ni tan siquiera se ha ofrecido a quedar con ellos y sus hijas para hacer algún plan, o simplemente a invitarlos a casa a almorzar o cenar en familia. Una prueba más de que Letizia no quiere a los Borbón.