Irene Urdangarin se ha convertido en la oveja negra de la familia. La infanta Cristina quiso mantenerla aislada en Ginebra para que no se descubriese cómo son en realidad sus hijos. Ni educados ni estudiosos. No se alejan tanto de los de la infanta Elena. El rendimiento escolar de la joven bajó considerablemente en los últimos dos años. Estuvo a un paso de repetir curso. Algunos creen que podría ser por la separación de sus padres, se vio muy afectada. La joven tenía claro que quería estudiar Administración y Dirección Hotelera en la prestigiosa universidad de Lausana, y aunque con el bachillerato internacional no tiene que realizar las pruebas de acceso ni optar a ninguna nota mínima, en el caso de esta universidad sí existen unas duras pruebas de nivel porque las plazas son muy limitadas y solo admiten a los mejores. Irene quedó totalmente descartada, aún siendo hija de Juan Carlos I y sobrina del actual rey de España. Cristina pagó los 500 euros para realizar las pruebas para nada. Así que la hermana de Pablo, Miguel y Juan decidió tomarse un año sabático.
La hija de la infanta Cristina ha discutido mucho con su madre, con la que no volverá a vivir, y menos ahora que se ha enamorado de Juan Urquijo en Madrid. Los planes para ella han cambiado radicalmente. Pero con quien no tiene ninguna relación a día de hoy es con su padre. Iñaki Urdangarin ha intentado acercarse a la benjamina de la familia sin éxito. No quiere verle ni hablarle. La infidelidad a Cristina le ha salido muy cara, y mucho más a Ainhoa Armentia, a quien pone como la mala de la película.
Irene Urdangarin no tiene relación con Ainhoa Armentia, familia rota
Irene Urdangarin no quiere ver a la abogada, hasta hace pocos meses ni tan siquiera la conocía. Pero una vez que Iñaki firmó el divorcio con Cristina la llevó a traición a Camboya, donde la joven realizaba un voluntariado, para que no le quedase más remedio que conocerla. La acorraló, otro feo gesto que no le gustó y no perdona.
Irene no se niega a cruzarse con su padre en algún momento, pero si está Ainhoa no piensa ni acercarse. El exduque ha propuesto reunir a sus cuatro hijos, pero lógicamente con la presencia de la abogada, y se han negado, especialmente Irene. No habrá vacaciones en familia porque la familia está totalmente rota. Cada uno por su lado y con sus respectivas parejas, Iñaki no está dispuesto a ceder a más chantajes. Ainhoa es la mujer de su vida.