El funeral del último rey de Grecia y hermano de la reina Sofía, Constantino II, acaparó toda la atención de los periodistas especializados en casas reales. Y es que había mucha expectación por ver a toda la familia Borbón reunida. Aunque no han sido los protagonistas habituales quienes han acaparado la atención en esta ocasión.
Gran parte de la realeza europea acudió a Atenas para despedir a Constantino II. Y como era de esperar, fue buena parte de los borbones. Allí coincidieron don Felipe y doña Letizia con los eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía, en la que era una de las estampas más buscadas y esperadas desde el funeral de Isabel II en Londres, donde también aparecieron juntos.
Pero no fueron los únicos borbones en el funeral. Las infantas Elena y Cristina también estuvieron allí. Otra coincidencia, la de las infantas con su cuñada Letizia, muy esperada.
Irene Urdangarin se lleva los titulares
No obstante, no fueron los mencionados los que acapararon más la atención. Hubo otro rostro que ha sido protagonista en muchas revistas de papel cuché y programas del corazón. Se trata de Irene Urgdangarín, hija de la infanta Cristina y de Iñaki Urdangarin.
Irene ni suele salir en los medios. La joven de 17 años vive en Suiza con su madre, donde está estudiando segundo de Bachillerato. Pero en el funeral de Constantino II centró todas las miradas y unos cuantos titulares.
Irene Urdangarín es para la reina Letizia el rival a batir de Leonor
“Mayor, elegante, cambiada y discreta”, son algunos de los adjetivos que le dedicaron las principales revistas del país. Algo que no ha gustado demasiado en el seno de la familia real. No gusta que la joven tenga tanto protagonismo y genere tan buenas corrientes de opinión. La reina Letizia la ve como la gran rival en la familia. Que los medios la pongan por las nuves y hablen maravillas de su elegancia, clase, carisma, etc, es algo que Letizia lleva muy mal.
Porque si su repercusión fuera como la de Victoria Federica no preocuparía a nadie. Pero lo que genera Irene es justamente lo contrario. Y a Letizia no le gusta que nadie de las jóvenes generaciones de la familia real tenga más aceptación entre los medios que su hija Leonor, de la que a causa de todo ello ahora es la ‘peor enemiga’ mediática de la princesa y la rival en la carrera por causar la mejor impresión.