Irene Urdangarin es la última en llegar a la mayoría de edad de los seis primos de Leonor con derecho a sucederla. Sus opciones de ser reina son escasas, tendrían que morir o abdicar Leonor, Sofía, los dos Marichalar y los tres hermanos Urdangarin. Quizás por eso se ha puesto a estudiar un oficio, hostelería, según reveló en exclusiva EN Blau. Este verano es, por lo tanto, el primero sin asignaturas colgadas, ha acabado el Bachillerato y pasado verano empieza los estudios en Lausane (Suiza). Se ha tomado el primer verano de adulta a rajatabla: looks menos infantiles y romper con el cordón umbilical que la mantiene siempre ligada a la infanta Cristina, que la utiliza de tapa penas. Irene es la única que convive con la hermana del rey y este verano ha dicho basta. Se ha emancipado de vacaciones con amigas. Lecturas publica en portada una foto de la joven en la playa donde el cambio es evidente: el bikini que ha lucido ya no es una tontería infantil sino una prenda de ropa de lujo de un precio exorbitante: 420 euros.
Las fotos son las que cada año le hacen los paparazzis en Bidart, en el País Vasco francés donde está la casa de veraneo de los Urdangarin. Pero este final de verano las fotos son más especiales porque la imagen de Irene es más adulta, con un pelo mojado muy favorecedor, pulseras de todo tipo y un bikini negro espectacular que según revela Vanitatis es de la marca de lujo Eres Paris, pero el precio que apunta el digital no es correcto. Publican que el bikini cuesta 250 euros y este es solo el precio del top, de la parte de arriba. La web de la marca francesa recomienda comprarlo con una braguita negra que tiene un precio añadido de 170 euros. Por lo tanto a Irene bañarse le cuesta 420 euros solo en las dos partes del bikini. Una cantidad indecente para gastársela en eso para muchas familias, no para la Familia Real.
Respecto a las vacaciones de Irene en solitario sin familia, el mismo digital que afirmó como exclusiva (sic) un hecho que nunca se ha producido, que Irene y todos sus primos se verían en Marivent convocados por la reina Sofía, ahora indica el lugar de vacaciones que ha escogido la pequeña de los Urdangarin para huir de la familia con amigas suizas: Lisboa y Oporto en Portugal. Sus tres hermanos, siguiendo la costumbre, se han dispersado por el globo: Juan y Miguel cada uno en un destino fuera de Europa y Pablo en Mallorca con la familia de su novia. Los seis Urdangarin-Borbón, separados no solo por el desamor de los padres sino por el carácter de los cuatro hijos, cuatro lobos solitarios que todo el año viven en ciudades separadas por decenas de miles de km y en verano hacen lo mismo, vacaciones alejados. Son catalanes, sí, y son raros.