La Navidad de este año en el seno de la familia real española vuelve a mostrar las tensiones y divisiones que persisten entre los Borbones. Mientras en Zarzuela se reunirá el núcleo duro de la familia formado por Felipe VI, Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y la reina emérita Sofía cenará con su hermana Irene de Grecia en sus aposentos de Zarzuela, el rey emérito Juan Carlos I organiza una exclusiva celebración en el lujoso Four Seasons de Ginebra, reservando una planta entera para disfrutar de la Nochebuena junto a su círculo cercano formado por su amante Marta Gayá, sus hijas, las infantas Elena y Cristina, y algunos de sus nietos.
Están invitados todos menos la princesa Leonor y la infanta Sofía, a quienes la reina Letizia jamás dejaría que pasasen la Nochebuena con el abuelo. A quien sí se espera es a sus otras nietas, Victoria Federica e Irene. Esta última ha sido tentada a pasar la Nochebuena con Iñaki Urdangarin y su ‘nueva’ familia, compuesta de Ainhoa Armentia y sus hijos. Irene, sin embargo, ha rechazado la propuesta de inmediato.
Irene Urrdangarin no quiere pasar la Navidad con su padre Iñaki Urdangarin y su ‘nueva’ familia
El resto de hermanos Urdangarin también han sido invitados. Y aunque también prefieren pasar la Navidad con su madre, sus razones no son tan profundas como las de la negativa de Irene. La decisión de la joven de evitar a Ainhoa Armentia no es un simple capricho. Su rechazo se debe a cómo fueron las cosas en el fin del matrimonio de Cristina e Iñaki.
Irene, que siempre ha mostrado un fuerte apego hacia su madre, no puede aceptar la infidelidad que marcó la separación de sus padres. Aunque comprende que los matrimonios pueden llegar a su fin, considera que deberían cerrarse de manera honesta y sin causar daño innecesario. Descubrir que su padre mantenía una relación con Ainhoa mientras aún estaba casado con Cristina fue un golpe devastador para la joven.
Irene Urdangarin no supera la separación de sus padres y la infidelidad de Iñaki Urdangarin
A día de hoy, Irene mantiene contacto con su padre únicamente por obligación, evitando cualquier relación cercana con Ainhoa. Así, Irene prefiere acompañar al rey emérito en Ginebra, donde se sentirá más cómoda y rodeada de familiares con quienes mantiene una relación más cercana. Mientras tanto, el distanciamiento de Irene con Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia marca una brecha que parece cada vez más difícil de cerrar.