A Irene Urdagarin se le acaba de jorobar lo que le queda de verano: si había hecho planes con su primo Juan Urquijo para hacer alguna escapada de parejita antes de la separación definitiva, que los ponga en pausa. De momento, no se moverá de Madrid ni de Zarzuela: toca aplicarse, de una vez por todas, y superar el único reto que se había impuesto durante su año sabático. Recuerden que la benjamina de Cristina e Iñaki había aparcado sus planes de formación para crecer personal y espiritualmente, mientras pensaba su futuro académico y laboral. Un año de reflexión instalada con la yaya Sofía y la 'Tía Pecu' en la residencia real, y con dos propósitos complementarios: uno, hacer de cooperante voluntaria. El otro, sacarse el carnet de conducir. Con respecto al primero, con volar hasta Camboya calzada con sus menorquinas de pija barcelonesa, ya estaba superado. El segundo está siendo mucho más dramático. No hay manera. No se lo toma en serio. No es aplicada. Y sí, es bastante vaga. Es oficial.

Que una joven de 18 años con la presunta etiqueta de chica inteligente, estudiosa y número 1 de las  aulas necesite un año entero para superar los exámenes que dan derecho a la licencia es un ridículo espantoso. Sobre todo cuando sabes que no tiene nada más en la agenda que hacer tests y horas de prácticas. Podría, incluso, realizarlas en el interior del recinto de Zarzuela, cosas peores se habrán hecho allá durante décadas y nadie ha dicho ni media palabra. Pues no, la criatura ha estado mucho más pendiente de disfrutar del amor prohibido y de las salidas con la idolatrada Victoria Federica, que de lo realmente importante. No estaba centrada, lo vimos hace unos días cuando llegaba a la autoescuela con compañía y mucho cachondeo.

Irene Urdangarin en la autoescuela / Semana

La cosa es que hemos llegado a pleno mes de julio, a dos meses de tener que volver a hacer algo productivo, e Irene continúa sin la licencia. Acaba de suspender el práctico. Es oficial, de momento es un peligro en el volante. El digital Informalia avanza la sentencia del Centro de Examinación de la DGT en Móstoles, el que le corresponde por la autoescuela en la que está apuntada. Una que se hizo famosa por tener de alumna la cantante catalana Aitana Ocaña, pero que de momento no ha podido hacer milagros con la royal. Pudieron pasar la primera criba en diciembre con el examen teórico, pero la conducción está costando mucho más. No hay manera. La decisión de la DGT es la vergüenza de los Borbones: Cristina y Juan Carlos no saben dónde meterse.

Juan Carlos / GTRES

Irene ha llegado "visiblemente nerviosa" a su cita con el examinador, y tampoco parece que se haya relajado demasiado mientras ejecutaba sus órdenes. "Un varapalo", dice Jaleos. Y tanto. Pero es que son muchas cosas, claro: que si los retrovisores, el cinturón, el volante, el intermitente, el cambio, pa'lante, pa'trás... y el temido, 'aparca allí'. No tienen compasión: Irene va paso a paso por la vida. Que no la estresen, calma. Más suerte la próxima vez. La 'L' tendrá que esperar.

Irene Urdangarin con Cristina / GTRES