Iñaki Urdangarin ha puesto fin a una larga etapa de su vida con la infanta Cristina, hija del rey Juan Carlos. La relación entre ellos se extendió por más de veinte años y juntos formaron una familia de cuatro hijos. Sin embargo, la estabilidad de su matrimonio se tambaleó con el estallido del caso Nóos, el cual generó un gran impacto en sus vidas. Con el tiempo, Urdangarin enfrentó problemas legales que culminaron en su ingreso a prisión, y las visitas de la infanta se fueron haciendo cada vez menos frecuentes, hasta desaparecer completamente. En ese contexto, comenzaron los rumores de que el matrimonio atravesaba una crisis profunda.

Urdangarin insiste en que su relación con Ainhoa Armentia comenzó cuando ya no existía un vínculo conyugal real con Cristina. Aunque en ese momento aún no se habían divorciado formalmente, según él, el matrimonio se encontraba en un estado de separación práctica y emocional. Este distanciamiento entre ambos ya era evidente antes de que se viera al exduque de Palma en compañía de Armentia, por lo que sostiene que no hubo infidelidad.

Pablo Irene i Iñaki Urdangarin, Instagram
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Durante los trámites de divorcio, la infanta Cristina estableció algunas condiciones para proteger a sus hijos, entre ellas, una cláusula que impedía que Ainhoa Armentia tuviera contacto con los jóvenes ni compartiera momentos con ellos mientras el proceso estaba en curso. No obstante, una vez que el divorcio se formalizó, estas restricciones se levantaron y Armentia pudo conocer a los cuatro hijos de Urdangarin. Para ello, la pareja viajó a diferentes lugares: fueron a Barcelona para conocer a Pablo, a Londres para encontrarse con Juan, a Madrid para ver a Miguel, y a Camboya, donde vive Irene. A pesar de estos encuentros individuales, hasta el momento no ha habido una reunión en la que todos estuvieran presentes, ya que los hijos de la infanta Cristina mantienen una relación distante con la pareja de su padre.

Irene Urdangarin culpa a Iñaki Urdangarin 

Por otro lado, aunque Iñaki Urdangarin tiene una relación cordial con la mayoría de sus hijos, su vínculo con Irene, la menor de la familia, se ha vuelto tenso y complicado. La joven no ha logrado superar el resentimiento hacia su padre, al que considera responsable de la tristeza de su madre por su relación con otra mujer. Durante la separación, Irene vivió junto a Cristina y fue testigo del dolor que esta situación le causaba. A sus ojos, Armentia se ha convertido en la “villana” de la historia.

A su vez, la relación entre padre e hija enfrenta otro obstáculo. Irene ha iniciado un noviazgo con Juan Urquijo, un joven miembro de la familia Urquijo y primo de los Borbón, quienes, en opinión de Urdangarin, le han causado mucho daño a lo largo de los años y afectaron gravemente su carrera. De hecho, los Urquijo se mostraron especialmente críticos hacia él durante su encarcelamiento, lo que ha dejado profundas huellas en su memoria y avivó su resentimiento hacia la familia Borbón. Este distanciamiento emocional parece que no se resolverá en un futuro próximo.

Irene i Iñaki Urdangarin Instagram
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