Juan Carlos ha sido un pilar muy importante en la vida de los Borbón. El emérito siempre ha estado dispuesto a ayudar a sus tres hijos, pero especialmente a sus ocho nietos, aunque Letizia y Felipe nunca han querido que pagase nada de Leonor y Sofía por su mala imagen. El exmonarca se ha encargado personalmente de todos los gastos de los hijos de las infantas Cristina y Elena. Ha pagado los estudios a todos, incluso a Froilán y Victoria Federica después de repetir varias veces. Pagó al hijo de Jaime de Marichalar los prestigiosos internados. Ha pagado los colegios y las universidades de todos ellos, también sus pisos, por ello la mayoría se han independencia tan rápido. Incluso les hacía regalos. No pagaban ni un solo euro de nada.
Los hijos de la infanta Elena y los de la infanta Cristina quieren mucho a Juan Carlos y lo demuestran públicamente, aunque vaya en contra de la imagen de Casa Real, ya que Felipe y Letizia lo apartaron por sus fechorías. Los jóvenes han podido lograr muchas cosas gracias a él. El exmonarca siempre ha movido sus contactos por sus nietos. Y a la última que ha ayudado ha sido a Irene Urdangarin. La benjamina de la familia ha tenido muchos problemas en estos dos últimos años en parte por el divorcio de sus padres.
En enero de 2022 aparecían unas fotografías donde se veía a Iñaki dar un paseo por la playa de Biarritz en compañía de una misteriosa mujer, que ahora se sabe que es Ainhoa Armentia. Con ello se habló de una infidelidad a la infanta Cristina, quien no sabía nada de esta relación. Es a partir de este momento cuando empieza una batalla legal incansable para poner punto y final al matrimonio. Ver a su madre tan mal afectó seriamente a Irene, se convirtió en una joven más rebelde y descuidó sus estudios.
La infanta Cristina pidió ayuda a Juan Carlos por Irene
Irene Urdangarin pretendía seguir al lado de Cristina por lo menos cuatro años más, ya que quería estudiar Administración y Dirección Hotelera en la prestigiosa universidad de Lausana, en Ginebra. Sin embargo, no logró superar las pruebas de acceso tan exigentes del centro universitario. Aunque ella ha estudiado bachillerato internacional, y en el caso de España entraría a cualquier carrera universitaria sin necesidad de hacer las pruebas de selectividad, en Lausana es distinto porque solo aceptan a los mejores, e Irene no estaba entre ellos, por lo menos este año. En este caso, Juan Carlos no ha podido mover sus hilos.
No obstante, según fuentes cercanas a Irene, sus compañeras de clase, aseguran que su rendimiento bajó en los últimos dos años, incluso ha suspendido asignaturas que tuvo que recuperar. La nota de su bachillerato es muy baja. En más de una ocasión los profesores llamaron la atención a la infanta Cristina. Se hablaba incluso de repetir curso. Juan Carlos movió sus contactos para que eso no sucediese. Aprobó por los pelos y gracias plenamente a su abuelo.