La Familia Borbón ve cómo la generación que está reinando, la de Felipe, está muy mal avenida. El rey no mantiene ningún tipo de relación con sus hermanas mayores, Elena y Cristina y en los pocos encuentros que tienen en público, como acaba de suceder entre Felipe y Cristina en La Caixa, ni se saludan. Este mal ambiente se ha contagiado a la próxima generación de Borbones, los nietos de Juan Carlos, divididos en dos grupos: Leonor contra todos. O mejor dicho, todos contra Leonor. La princesa solo puede contar con el apoyo presente y futuro de su hermana Sofía porque los primos Marichalar la desprecian y, cosa menos conocida, los primos Urdangarin, los catalanes, los educados, los rubios, los que no ofrecen escándalos, tampoco empatizan con la futura reina. La que tendría que ser más próxima a Leonor, Irene, con quien se llevan tres meses de edad, acaba de celebrar la fiesta de cumpleaños por sus 19 años. Vestida de princesa, de blanco:

Irene Urdangarin Instagram Hola
Irene Urdangarin Instagram

La revista Hola no saca a Irene en portada, para disimular que tampoco saca a Letizia en portada. La reina ha perdido la partida desde el escándalo Del Burgo y ya no vende ni una revista, ni siquiera ahora que ha hecho un viaje de cooperación a Guatemala. En chaleco de cooperante todavía interesa menos y Hola lo excluye de todo. Irene aparece en el Instagram de la revista de blanco nuclear en la fiesta madrileña de los 19, acompañada solo de su madre, Iñaki Urdangarin no estaba invitado, y de dos de sus tres hermanos, los pequeños Pablo y Miguel también vestidos de blanco con su cuñada Johanna. De entre sus tres primas solo ha aceptado la invitación Victoria de Marichalar, a la que gusta más una fiesta que una foto, y más si es temática: blanco ibicenco y royal, pero con el absurdo de que la auténtica royal, Leonor, no estaba invitada. Quizás por eso Irene fue disfrazada de blanco puro, como si la princesa fuera ella.

Leonor de blanco jurando la Constitución, GTRES

Esta vez Irene los años no los ha cumplido en Ginebra, donde el año pasado invitó a toda la parentela excepto a Leonor y Sofía, sino en Madrid, donde tampoco ha invitado a Leonor y Sofía. La relación de primas está muerta y no la resucitará ninguna fiesta de aniversario. Irene se ha contagiado de la frívola Victoria y solo piensa en fiestas blancas, años sabáticos, novios de la alta sociedad madrileña y vivir de no hacer nada. A Irene Urdangarin de Leonor solo le interesa una cosa: seguir usando su segundo apellido, Borbón, para abrir puertas. Leonor ya sabe qué puede esperar de su familia los próximos 70 años. De momento lleva 19. Irene Urdangarin es el último de los sobrinos del rey Felipe con derecho a sucesión. Le queda tan lejos la opción de ser reina que al llegar a la mayoría de edad abandonó los estudios, Suiza y la infanta Cristina. La pequeña de los Urdangarin estaba harta de vivir colgada de su madre en Suiza, lejos de las amigas y el novio madrileño, de los tres hermanos dispersos por Europa, de su padre Iñaki enamorado de Ainhoa Armentia, y de Casa Real. No hay una sola imagen de los primos Urdangarin con Leonor desde hace años. Y así va a seguir por décadas.