La salud del rey Carlos III de Inglaterra ha empeorado drásticamente en los últimos meses, lo que ha generado gran preocupación en la familia real y en el público en general. Con la condición del monarca deteriorándose rápidamente, varios medios de comunicación han comenzado a especular sobre el tiempo que le queda de vida. Aunque no se ha confirmado el tipo exacto de cáncer que padece, algunas fuentes apuntan a un diagnóstico similar al de su madre, la reina Isabel II, quien también sufrió una enfermedad terminal que le cobró la vida en 2022.

A pesar de los esfuerzos por mantener su estado de salud en privado, algunos detalles han salido a la luz, incluyendo la posible relación de Carlos III con el mismo tipo de cáncer que afectó a su madre: un cáncer de médula ósea, una enfermedad rara y sumamente dolorosa.

Carlos III y Camila GTRES

Pilar Eyre compara el aguante de Carlos III con el de Isabel II

Pilar Eyre en su canal de YouTube, ha reflexionado sobre la tristeza que ha rodeado la salud del monarca, y también del sufrimiento que Isabel II padeció hasta el día de su muerte, así como el de Jorge VI, que también sufrió un cáncer. Según la periodista, el hecho de que Carlos III se haya mantenido al pie del cañón y siga cumpliendo con sus compromisos oficiales a pesar de su condición, recuerda al comportamiento de Isabel II durante los últimos años de su vida.

“Me conmovieron las lágrimas de Carlos III en Auschwitz y eso me hizo reflexionar sobre su estado de salud. Hay rumores de que el estado de salud de Carlos III no es bueno, no va hacia adelante, su enfermedad no está en remisión como la de su nuera, y está haciendo esfuerzos sobrehumanos para aguantar al pie del timón hasta el último momento. No es un comportamiento anómalo en los reyes ingleses. Su madre, la reina Isabel II se murió a los 96 años. En su certificado médico puso que había muerto "old age", es decir, de vejez, y eso nos lo hemos creído durante mucho tiempo, nos parecía natural. Pero han tenido que salir las memorias de Boris Johnson, que fue su primer ministro y también un íntimo amigo del duque de Edimburgo, en las que contaba que lo que le pasaba a la reina Isabel es que tenía un cáncer de médula ósea desde hacía dos años, y que sus dos últimos años de vida habían sido un auténtico infierno. El cáncer de médula ósea es un cáncer muy raro, muy doloroso. Sobre todo en la parte baja de la pelvis. No podía mantenerse en ninguna postura durante más de dos minutos. Estaba casi ciega, le había afectado a la vista. Tenía que llevar guantes porque tenía las manos moradas de todos los goteros y las inyecciones que le daban. Dos días antes de fallecer recibió todavía a su primera ministra y ella lo explicó: "Estaba totalmente enferma, no podía ni sostener la taza de té. Sin embargo, se empeñó en ponerse de pie, sonreír y posar conmigo para las fotografías". Este sentido del deber tan brutal que tuvo la reina Isabel hizo que nadie sospechara que estaba enferma. Dos meses antes de morir con unos dolores espantosos todavía apareció en el palacio de Buckingham para saludar a sus súbditos, atendía audiencias y a gente, se fotografiaba, e intentaba sonreír, cuando en realidad sus noches eran un infierno. No podían darle muchos calmantes tampoco porque era una figura pública y no podía estar atontada. No sabía como hacer para sobrevivir día a día porque era un auténtico calvario’, cuenta la periodista.

Camilla Parker y la reina Isabel II / The Royal Family web

Se especula con que el cáncer de Carlos III es hereditario

Como decíamos, parte de la prensa especula con si Carlos podría padecer el mismo cáncer, así como la enfermedad sería algo hereditario en la familia real británica. En este sentido, Pilar Eyre también hace referencia a que Jorge VI, padre de la reina Isabel II y abuelo de Carlos III, al que le diagnosticaron un cáncer de pulmón muy avanzado, y que durante sus cinco últimos meses estaba “muriéndose a chorro” sin que sus súbditos se dieran cuenta. "No podía permanecer de pie ni podía acostarse, tenía dolores constantes, tosía continuamente. Dicen que le daban cocaína y anfetamina para que se mantuvieran de pie. Y todo ello mientras los medios publicaron que Jorge VI murió apaciblemente".