Desde hace ya unos cuantos años, Felipe comparte su vida con Letizia Ortiz. La asturiana y el Borbón decidieron unir sus vidas cuando él era príncipe y ella una presentadora de informativos y se encendió la llama entre los dos. Una llama que ahora podría estar más que consumida, pero ellos siguen haciendo el paripé que todo va bien entre ellos y que continúan tan enamoraditos como siempre. Sin añadir a la ecuación todo el descalabro que ha supuesto la aparición a escena de alguien como el ex de Letizia, el empresario navarro Jaime del Burgo. La asturiana tiene una lista de relaciones sentimentales que se remonta a sus años de becaria en México, donde empezó una relación con un periodista norteamericano que hace poco hemos sabido que tuvo un encontronazo con ella, con la reina clavándole las uñas en el cuello después de una discusión, y que en alguna ocasión dejó dicho que "Letizia no me dejaba cagar en el baño de la habitación del hotel. Tenía que bajar al lobby. Entendía que yo tenía que hacerlo porque soy humano, pero no en su baño".

 

No sabemos si Felipe a sus parejas les dejaba que utilizaran uno de los muchos lavabos que hay en Zarzuela, suponemos que sí. En la lista de ex novias de Felipe siempre encontramos nombres como Eva Sannum, Gigi Howard o la española Isabel Sartorius. Detengámonos con esta última, que últimamente ha vuelto a salir a la luz después de la muerte de quien fue presidente ejecutivo de Telefónica, César Alierta, con quien mantuvo una relación sentimental desde el 2017 hasta el 2021. La madrileña salió en todas las portadas de la prensa del corazón un ya lejano 1989, cuando ella y Felipe estaban encima de un barco disfrutando de unos días de relax y compañía. Entonces, la Sartorius tenía 24 años y su monárquica pareja tres menos, 21.

 
Isabel Sartorius y Felipe
Isabel Sartorius

Quién sabe qué hubiera pasado si Felipe y ella hubieran continuado su affaire, se hubieran casado y hubieran tenido hijos. Su vida hubiera sido bien diferente, con el foco constante, como ahora tiene Letizia. En lugar de eso, sin embargo, partieron peras y la cosa no acabó de cuajar, aunque estuvieron juntos cuatro años, que no es moco de pavo. Desde que su vida ya no la unía a la del Borbón, Sartorius decidió mantener un perfil bajo, alejada de los focos y más bien discreta. De hecho, son muy pocas las veces que se la ha visto en público o en algún acto institucional con mucha alfombra roja y muchos photocalls. A ella, todo eso no le va. Un hermetismo comprensible después de la presión mediática que vivió en su propia piel cuando tenía veintipocos y empezó a estar en boca de todos después de verla por las Baleares con un joven Felipe, a quien conoció en la discoteca mítica madrileña Joy Eslava, donde se daba cita la jet set madrileña a finales de la década de los 80. Han pasado los años, sin embargo, y Sartorius es un pasado muy pasado del Borbón.

Isabel Sartorius, en la época en que salía con el príncipe Felipe / Telemadrid
Isabel Sartorius, ahora / Efe

"Esa misma noche comencé a quererle", decía ella sobre Felipe, 13 años más tarde de haberlo conocido en la discoteca, tal como se lee en su libro autobiográfico, Por ti lo haría mil veces. Y es que tal como recuerdan en Vanity Fair, "Felipe fue un gran apoyo para ella, una joven que nunca había estado en el ojo público pero que sí sabía lo que era sufrir, debido a los malos tratos que recibió su madre, Isabel Zorraquín, por parte de su segundo marido y a los posteriores ingresos de esta en clínicas de desintoxicación, así como graves problemas económicos que había padecido en sus propias carnes desde muy pequeña". Después de romper con el Borbón, como decíamos, quiso desaparecer del mapa e hizo las maletas hacia Londres. Después, una relación con Javier Fitz-James Stuart de Soto dio como fruto su hija Mencía, su gran amor. ¿Y qué hace ahora? Pues todo lo contrario que Letizia. Si la asturiana vive a cuerpo de reina, y nunca mejor dicho, gracias a todo lo que pagamos los ciudadanos, Sartorius se dedica a ayudar a los otros, haciendo de coach especializada en Life Coaching y en Inteligencia Emocional. Como dicen en el citado medio, "la que un día pudo ser reina de España hoy prefiere vivir lejos de palacio y ayudar a los demás".