Septiembre marca el inicio del nuevo curso escolar, un momento que muchos niños esperan con ansias, mientras que otros lo enfrentan con renuencia. En el caso de Jacques y Gabriella Grimaldi, este año ha traído importantes cambios en su vida educativa, y lo han recibido con entusiasmo. Sin embargo, este nuevo comienzo también revela una impactante realidad sobre su crianza y la relación de sus padres.
Hace tan solo unos días, Jacques y Gabriella, los hijos de Alberto y Charlene de Mónaco, dieron la bienvenida al nuevo curso en el centro católico François d'Assise-Nicolas Barré, ubicado cerca del Palacio Grimaldi, la residencia oficial del soberano monegasco. Al lado de sus hijos, Charlene y Alberto se unieron en una nueva aparición conjunta. Esto ocurrió después de compartir un pícnic familiar y asistir juntos al Mundial de Rugby en Francia. A pesar de ello, esta ocasión será una de las raras veces en el año en las que los niños Grimaldi contarán con la compañía de sus padres, ya que la mayor parte del tiempo están a cargo de cuidadoras.
Fuentes cercanas al Principado afirman que Alberto no tiene tiempo para atender a sus hijos debido a las numerosas responsabilidades que implica su rol como monarca. Además, Charlene está notoriamente ausente en la vida diaria de sus hijos, e incluso existen rumores de que no reside con ellos en el Principado, sino en Suiza. Estas especulaciones sugieren que la relación de los Grimaldi con la princesa Charlene se ha vuelto tan distante que ni siquiera les permite interactuar con sus mellizos más de lo necesario. La educación y el cuidado de los niños, entonces, recaen en cuidadoras seleccionadas por Alberto, lo que pone de manifiesto la fractura irremediable en el matrimonio real.
Entrevista exclusiva de Charlene
Sin embargo, cumpliendo con las cláusulas de su acuerdo económico, en el que se especifica que debe "actuar" como esposa en las apariciones públicas, la exnadadora olímpica concedió una entrevista exclusiva a 'Monaco-Matin' después de acompañar a sus hijos en su primer día de clases. En la entrevista, la princesa Charlene afirmó que Jacques y Gabriella estaban emocionados de ver a sus amigos nuevamente después de las vacaciones de verano. Sin embargo, este año hay un pequeño giro, ya que es la primera vez que no estarán en la misma clase. Charlene comentó: "Es un gran paso para ellos, y me parece bien". Y agregó: "Tenían muchas expectativas: sobre los nuevos compañeros, sobre los profesores, sobre cómo iba a ir ese primer día". A pesar de la emoción de los niños, la distancia entre la princesa y sus hijos se hace cada vez más evidente.
Una educación inusual
A lo largo de su educación, Jacques y Gabriella han experimentado un formato educativo inusual. Durante la pandemia y la convalecencia de Charlene, los niños estudiaron en el Palacio, en un entorno especialmente diseñado como un aula normal, con maestros y compañeros. Sin embargo, este año marcan su regreso al colegio con estos cambios significativos en su vida escolar. Ahora, el comienzo del nuevo curso escolar ha arrojado luz sobre la crianza de Jacques y Gabriella y la situación en la que se encuentra la relación conyugal entre Charlene y Alberto de Mónaco.