En su momento, Juan Carlos I y Sofía se casaron por conveniencia, sin amor de por medio. Los eméritos nunca se quisieron. No se entendían ni en la cama ni fuera de ella. Es por eso que limitaron sus relaciones a lo justo y se acabó. Hasta que nació Felipe, un hijo varón para heredar la corona. A partir de ahí, aunque siguieron apareciendo juntos en público, cada uno hizo su vida por su lado en el ámbito privado.
Felipe y Letizia, por su parte, sí se casaron enamorados. O eso se dice. Y no dejaron su intimidad de lado después de nacer la princesa Leonor y la infanta Sofía. Felipe VI, como Juan Carlos I, también quería un hijo varón.
La existencia de Jaime del Burgo en la vida de Letizia impidió la posibilidad de que los reyes tuvieran un tercer hijo
Sin embargo, mientras se planteaban ir a buscarlo, Letizia inició su segunda relación con Jaime del Burgo. Según el relato del abogado, volvieron a estar juntos entre 2010 y 2011, cuando Sofía tenía 3 años y Leonor, 5. Y ahí sería cuando la reina se sintió demasiado atada en la corona, cuando le pidió a Del Burgo que la sacara de ahí. Incluso hicieron planes para irse a vivir a Nueva York y dejarlo todo atrás.
Las cuatro etapas de la relación Letizia Ortiz y Jaime del Burgo son las siguientes: 1) Relación amorosa, de 2002 a 2004; 2) Amigos y confidentes, de 2004 a 2010; 3) Relación amorosa, duradera y continuada, 2010 y 2011; 4) Como cuñados, de 2012 a 2016”, publicó Del Burgo en su cuenta de X, antes Twitter. “Es la tercera relación la que termina abruptamente después de dos años, a los pocos meses de la renuncia de Letizia como princesa de Asturias, divorcio de Felipe y el establecimiento como pareja en Nueva York, que era lo que habíamos planeado”, añadió.
Las posibilidades de un tercer hijo se desvanecieron cuando Felipe lo supo todo
Una vez Jaime y la reina lo dejaron la segunda vez, Letizia y Felipe podrían haber vuelto a buscar ese tercer hijo. No obstante, el rey se habría enterado pocos meses después de las infidelidades de Letizia. O al menos de parte de ellas, lo que generó la primera gran crisis entre los monarcas. Corría 2013. Y a partir de ahí se abortaron del todo las posibilidades de ir a buscar ese tercer hijo. Felipe no quiso reforzar una relación que empezaba a hacer aguas y que empeoraría con el paso de los años.
Cabe decir que tener un tercer hijo es algo que a Letizia tampoco le apetecía a esas alturas. De hecho, según reveló Jaime Peñafiel en el canal de YouTube ‘La reunión secreta’, los contactos amorosos entre Letizia y Del Burgo se prolongaron en el tiempo. “Era una relación de ida y vuelta. Ella le llamaba y le decía: ‘Hemos terminado, no me llames más’. Y entonces después se retomaba otra vez la historia”, reveló Peñafiel.