Hasta finales del año pasado Letizia había impuesto su propia dictadura. La reina era quién tomaba todas las decisiones y Felipe quien las ejecutaba. La madre de Leonor y Sofía no pensaba quedarse en un segundo plano como la reina Sofía, siempre a la sombra de Juan Carlos en el papel de reina consorte. Sin embargo, Casa Real y el propio rey decidieron acabar con esta ley no escrita. Es el rey como descendiente de los Borbón quien deba dar la cara por la institución, como el día de la mañana será Leonor, la reina. No sabían como derrotar a Letizia, ella tampoco hacía caso. No les quedó más remedio que revelar el mayor secreto de Zarzuela de la última década. Letizia fue infiel a Felipe con Jaime del Burgo hasta 2012, cuando el CNI la descubrió con él. Parece que la monarca se vio superada por su nuevo rol y necesitaba marcharse de allí, recuperó el contacto con su ex y se vieron a escondidas urdiendo un plan para escaparse.
Letizia ha quedado retratada como una mujer adultera delante de toda la ciudadanía y no le ha quedado más remedio que quitarse esa imagen de mujer empoderada y bajar la cabeza. Desde el mes de enero ha aceptado el papel de reina consorte por obligación, no le queda otro remedio. Es doloroso pero es necesario para mantener a flote la corona y el futuro reinado de Leonor.
Letizia desaparecida de la corona, Felipe protagonista
Jaime del Burgo ha conseguido cargarse al amor de su vida dentro de la institución. Ha dado alas a Felipe. Ahora él es el único protagonista de la institución, el principal representante, la cara visible. Todos los compromisos institucionales recaen en él, desde hace semanas Letizia no tiene ni uno solo en solitario. Y parece que a corto plazo esto no va a cambiar. La reina Sofía no renuncia a sus compromisos institucionales, esta semana viaja a Polonia, a pesar de su avanzada edad y sus problemas de salud. Y Casa Real ha decidido darle más relevancia a Leonor, incluso a Sofía, quien debutará por primera vez el próximo 29 de abril en una entrega de premios en solitario.
Pero lo que realmente se ha conseguido es que los Borbón vuelvan a reunirse, algo que no sucedía desde hace una década. Incluso Felipe y Juan Carlos se han reencontrado públicamente sin necesidad de ocultarse ante las cámaras. Es otra prueba de la pérdida de poder de Letizia dentro de la institución. Está fuera de juego.
De hecho, tal y como se ha revelado este inicio de semana, por primera vez, Juan Carlos viaja a Zaragoza con la firme intención de visitar a Leonor en la Academia General Militar de Zaragoza, algo que nunca hubiese ocurrido si Casa Real no hubiese decidido sacar a la luz esta infidelidad de Letizia con Jaime del Burgo, acabada. Los Borbón han conseguido la victoria. Todos juntos sin Letizia.