Pocas revelaciones sobre la familia real han causado tanta controversia como las declaraciones de Jaime del Burgo sobre su relación con la reina Letizia, tanto en los años previos a que ella conociera al entonces príncipe Felipe como después de su matrimonio con él. Estas afirmaciones han generado un gran revuelo mediático y han captado la atención del público, alimentando la expectación en torno a la serie documental que Del Burgo tiene previsto lanzar en 2025. Se espera que esta producción aporte detalles adicionales y esclarezca aún más los hechos que han sido objeto de especulación en los últimos tiempos.
El impacto de estas revelaciones ha propiciado que salgan a la luz otros datos que hasta ahora se mantenían en el ámbito de la rumorología. Expertos en la monarquía han comenzado a revisar episodios clave en la vida de Letizia, apoyándose no solo en la información proporcionada por Del Burgo, sino también en investigaciones previas llevadas a cabo por periodistas especializados en la Casa Real. Entre las figuras que han abordado el tema destacan Laura Rodríguez y Maica Vasco, cuyas investigaciones han aportado nuevas perspectivas que no han pasado desapercibidas.
Ambas periodistas han indagado en la vida de Letizia antes de su relación con Felipe VI, enfocándose en los aspectos más controvertidos de su pasado. Uno de los temas más sensibles que han sacado a relucir es la posibilidad de que el segundo aborto al que supuestamente se sometió Letizia correspondiera a un embarazo fruto de su relación con Jaime del Burgo. Según sus investigaciones, Felipe VI estaba al tanto de esta situación y habría adoptado ciertas estrategias para impedir que este y otros asuntos sensibles comprometieran su imagen pública y la de su futura esposa.
Letizia sufrió dos abortos y Felipe VI y Juan Carlos I eliminaron las pruebas
Según estas versiones, este aborto se habría practicado en la Clínica Dator de Madrid y su existencia fue inicialmente revelada por David Rocasolano, primo de Letizia. Rocasolano afirmó que Felipe VI solicitó que se eliminaran todas las pruebas del procedimiento. Sin embargo, Laura Rodríguez y Maica Vasco aportan una perspectiva distinta, asegurando que, contrario a lo que se creía, el embarazo interrumpido no sería de David Tejera, periodista con el que Letizia mantuvo una relación, sino de Jaime del Burgo.
Rodríguez sostiene que la propuesta de matrimonio de Del Burgo a Letizia, que tuvo lugar en el Hotel Ritz, estuvo directamente relacionada con este embarazo. Según su relato, Del Burgo llevó un anillo en el bolsillo y le pidió matrimonio como un acto de compromiso ante la situación. Vasco respalda esta versión, añadiendo que en ese mismo momento Letizia habría confesado haber conocido a Felipe, insinuando que su relación con el entonces príncipe representaba una oportunidad para ascender socialmente y obtener mayores beneficios en términos de estatus y poder.
Otro de los aspectos que resaltan estas investigaciones es que Felipe VI tenía pleno conocimiento de la historia entre Letizia y Del Burgo y que no solo la aceptó, sino que formó parte de un supuesto acuerdo entre los tres. Según esta teoría, este pacto tenía como propósito encubrir la presunta homosexualidad de Felipe VI. En este escenario, la unión con Letizia le habría permitido proyectar la imagen de estabilidad que se esperaba de un futuro monarca, mientras que Letizia aseguraba una posición privilegiada dentro de la monarquía. Por su parte, Del Burgo también habría desempeñado un papel clave dentro de esta compleja dinámica.
En conclusión, las recientes revelaciones presentan la relación entre Felipe VI, Letizia y Jaime del Burgo como un entramado de estrategias, secretos y beneficios mutuos. Esta interpretación explicaría la aparente naturalidad con la que Felipe y Del Burgo han mantenido contacto a lo largo de los años, sugiriendo que sus interacciones han estado marcadas por un acuerdo implícito que ha garantizado la estabilidad de la imagen pública del rey y la consolidación de Letizia en su rol dentro de la monarquía.
