Letizia y Felipe experimentaron un nuevo deterioro en su matrimonio al salir a la luz la verdadera razón de su grave crisis en 2013, ese secreto que han guardado durante una década. Jaime del Burgo, el tercer implicado en la historia, ha revelado que la reina fue desleal al rey con él durante varios años. Se conocieron a principios de los años 2000 cuando ella comenzaba a destacar en TVE. Quedó cautivado por su belleza e hizo todo lo posible por conocerla. Establecieron una amistad y no tardaron en iniciar una relación. En 2003, él planeaba proponerle matrimonio, pero ella le confesó que estaba saliendo con otro hombre, el futuro rey de España. No estaba dispuesta a dejarlo ir porque la madre de Leonor y Sofía siempre ha sido muy ambiciosa. Fue precisamente esa ambición la que la llevó a no evaluar los pros y los contras de formar parte de la familia real. Se vio abrumada por la situación. En ese momento, retomó el contacto con el ex de Telma Ortiz y diseñaron un plan de escape. La entonces princesa planeaba mudarse a Estados Unidos, donde iniciarían una nueva vida con el abogado y formarían una familia. Aunque Leonor y Sofía ya habían nacido, planeaba tener un tercer hijo, esta vez mediante gestación subrogada.
Según testimonios como el de Jaime Peñafiel, quienes han mantenido extensas conversaciones con él, se plantea que Letizia enfrentaba dificultades para concebir más hijos. Por esta razón, se afirma que Felipe modificó la Constitución para permitir que una mujer heredara el trono. Curiosamente, el periodista revela, según sus fuentes, que Leonor y Sofía no serían descendientes de la reina, sino de su hermana Erika Ortiz. Se sugiere que la monarca tenía problemas de fertilidad y habría recurrido a los óvulos de su difunta hermana para concebir. La madre de Carla Vigo falleció en 2007, el mismo año en que nació Sofía, lo que habría motivado la decisión de no tener un tercer hijo.
Jaime del Burgo hizo todo lo posible para facilitar la marcha de Letizia con Leonor y Sofía, ya que no estaba dispuesto a dar ningún paso sin las niñas. Sin embargo, en los acuerdos prenupciales que firmaron, se estipulaba que la princesa y la infanta permanecerían en Zarzuela con el rey.
Jaime del Burgo y Letizia estaban ilusionados con la idea de tener un hijo por vientre de alquiler
Durante sus viajes internacionales, Jaime y Letizia habían visitado propiedades en Miami, la ciudad donde planeaban establecerse. En este lugar, también consultaron en una agencia de reproducción sobre el proceso de gestación subrogada, legal en Estados Unidos. Su intención era tener un tercer hijo en común.
A pesar de que Letizia fue cautelosa en cada uno de sus movimientos, la Casa Real comenzó a sospechar, y fue Juan Carlos quien decidió investigar a su gran rival. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) descubrió la clave de todo lo que estaba ocurriendo: la reina se encontraba en encuentros clandestinos con otro hombre.
Letizia no era feliz al lado de Felipe. La ambición por ser la mujer más poderosa del país le pudo y se equivocó. Ella era feliz al lado de Jaime del Burgo, una persona normal, sin corona. Pretendía marcharse con él a Estados Unidos si no hubiese sido por Leonor y Sofía. Según las capitulaciones matrimoniales, las niñas debían quedarse en Zarzuela con el rey. No quería separarse de ellas. Así que su sueño de tener otro hijo con el abogado quedó en el olvido, aunque a los dos les hacía mucha ilusión. De hecho, ya habían pensado hasta nombre para ambos. Jaime si era chico, y Letizia si era chica.