Nuevo giro en la estrategia de Jaime del Burgo para torturar a Letizia, Felipe y la monarquía española. El problema del amante de la reina es que ha dado tantos giros que ha mareado a sus seguidores y algunos sospechan que, a pesar de la veracidad de su historia de amor con Letizia poniéndole los cuernos al rey Felipe, ahora el empresario navarro ha perdido el norte y avanza como un zombi, como una peonza, como un pollo con la cabeza cortada. La cronología de su historia de amor es que fue novio de Letizia antes de que ella conociera a Felipe, amante de Letizia cuando ya era princesa y Leonor y Sofía eran pequeñas (tenían 3 y 5 años) y después cuñado de Letizia casándose con Telma Ortiz. Ahora es enemigo de Letizia culpándola de manipular a Felipe como un títere convirtiéndolo en un agente secreto de la izquierda antiespañola, proetarra y proindepe.
La segunda cronología, como enemigo de Letizia en el último medio año tiene tres fases: en diciembre pasado colgó la foto de Letizia con pashmina en un lavabo y destapaba que eran amantes en una relación extramatrimonial, engañando a Felipe, y que planificaban el divorcio real y tener un hijo por vientre de alquiler en los EE.UU. Anunció que lo explicaría todo al detalle en un libro que ya tenía título "Y nada más que la verdad". La segunda fase empieza el pasado 5 de marzo cuando Del Burgo de repente y sin avisar cierra sus vías de comunicación, twitter e Instagram, destruye todos sus mensajes y fotos y desaparece del mapa. Callaba porque lo habían hecho callar. Ahora en mayo empezamos la tercera fase, cuando reaparece hablando de cosas que no interesan a nadie en boca suya (redes de pederastas, compra de divisas, economía internacional... ) y viendo que nadie le hace caso, recupera la foto de Letizia en el WC, la que tuvo 26 millones de visitas en su twitter el domingo 3 de diciembre. Lo hace en pleno 1 de mayo, festivo mundial, y lo escribe en castellano e inglés dirigiéndose al mundo entero para captar nuestra atención en un festivo, como hizo el domingo que empezó la guerra. Y anuncia lo que muchos ya habíamos publicado: su libro no se publicará nunca. En cambio, ofrece un giro que es, también, inverosímil: que producirá una serie de TV sobre Letizia que se emitirá, no se sabe dónde, el año 2025:
Incluso la columnista política Elisa Beni se alarma por la repercusión de lo que Del Burgo escribe: "Y nada más que la verdad. El libro que prometí, será en su lugar una serie de televisión de ocho capítulos, formato película y documental. La produciré después del verano y podrá verse en 2025.". Del Burgo ya tenía asumido autoeditarse y autopublicarse el libro porque ninguna editorial habría osado enfrentarse a la Corona. Autoeditarse un libro es simple y se hace constantemente. En cambio, sin ninguna explicación, Del Burgo dice que producirá él solo una serie de TV de 8 capítulos, un coste descomunal y sin tener ninguna productora ni cadena que sostenga el proyecto. Demuestra su absoluta ignorancia de cómo funciona el sistema televisivo. Ninguna serie se graba sin tener una plataforma donde emitirse. Y si ninguna editorial quería su libro, ninguna cadena quiere su serie. Quizás prevé emitirla por Youtube, pero no explica cómo hará 8 capítulos. Si quiere hacer un docudrama tipo Rocío sobre Rociíto Carrasco, no encontrará ni un solo testimonio que hable para él, ni Jaime Peñafiel que se ha negado a seguir tratando de Del Burgo. Y si quiere hacer una ficción, ¿qué pretende?, buscar a un actor calvo, Javier Cámara, para interpretar a Del Burgo y Amaia Salamanca para interpretar a Letizia.
El mensaje en inglés de Jaime acaba con un grandilocuente "Coming in 2025". Si en medio año ha dado semejantes giros y volteretas, nadie cree que esta serie vea la luz. Pero Del Burgo sigue manteniendo la tensión en Zarzuela, que no pueden librarse de un plomo que amenazaba con hacer revelaciones mortales. Lo poco que ha revelado lo ha eliminado y solo queda el rastro en que ha recogido un digital, EN Blau. Nadie duda de que se metía en la cama de Letizia. Lo que cuesta entender es cómo una mujer tan lista como Letizia se metió en la cama de un individuo así.