Jaime del Burgo ha resurgido en la esfera de Letizia como un espectro del pasado. El exabogado, quien compartió su relato con Jaime Peñafiel para su último libro, dirigido directamente hacia la reina, su antagonista principal, se ha sentido frustrado al descubrir que apenas una fracción mínima de la información proporcionada fue incluida en las páginas del libro. Esto ha llevado a Del Burgo, ex pareja de Telma Ortiz, a tomar justicia por su propia mano, utilizando sus plataformas de redes sociales para exponer la verdad sobre su relación con Letizia y la profunda crisis que atraviesan los reyes.
El abogado ha revelado el secreto mejor guardado de Zarzuela de los últimos tiempos. A través de sus redes sociales, Del Burgo se ha sincerado, destapando una supuesta relación sentimental con Letizia, que no solo habría sido íntima sino también adulterina, con una duración de varios años. Su vínculo se forjó en los albores del nuevo milenio, cuando Letizia era una figura prominente en TVE, y persistió intermitentemente hasta fines de 2012, momento en que la relación fue descubierta y expuesta. Felipe nunca perdonó la infidelidad de Letizia, especialmente porque no tolera la deshonestidad. Se sintió profundamente decepcionado, habiendo invertido plenamente en la relación y recibiendo a cambio una evidente falta de reciprocidad emocional.
La pareja tenía planes de mudarse a Miami, donde esperaban iniciar una nueva vida y formar una familia a través de la gestación subrogada. Aunque la revelación de esta larga infidelidad ha sido impactante, no es la única. Según insinuó Del Burgo en sus declaraciones, respaldado por otros informantes cercanos a Casa Real, Letizia habría mantenido relaciones extramatrimoniales con otros hombres mientras estaba comprometida con Felipe, e incluso engañó a Alonso Guerrero durante una fase turbulenta de su relación.
Destapada la lista de amantes de Letizia, y uno trabajaba con ella
Letizia siempre ha sido una persona de espíritu libre. Según se sugiere, Jaime del Burgo sería el cuarto de una lista de nueve hombres involucrados en supuestas infidelidades hacia Felipe VI, tanto antes como después del matrimonio. El primer episodio conocido ocurrió con Alonso Guerrero, cuando Letizia comenzaba su carrera en la agencia EFE y se enamoró de un colega, Jim Russó. Luego, ya comprometida con Felipe, surgió un romance con un piloto de la Royal Navy británica durante su cobertura periodística en Irak. Este episodio, que ocurrió a fines de 2003, poco antes de su compromiso oficial con Felipe, fue investigado por el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo. Otras relaciones notables incluyen periodistas, empresarios, pilotos y escoltas.
Zarzuela se convirtió en un lugar clandestino para encuentros con amantes, como Jaime del Burgo, quien incluso tenía asignada su propia habitación. Sus encuentros secretos con su entrenador personal se llevaban a cabo con gran discreción, dificultando cualquier sospecha.