Cada vez que Jaime del Burgo, el ex de la reina Letizia, abre la boca, sube el precio del pan. El empresario navarro hace días destapó la caja de los truenos, abrió la caja de Pandora y empezó a hacer públicos unos mensajes comprometidos que han hecho saltar las alarmas en Zarzuela. Desde que publicó la foto de la reina con una pashmina, diciendo que le echaba de menos, insinuando que entre él y la asturiana había una relación adúltera cuándo ella ya estaba con Felipe, los Borbones están nerviosos. Que la reina Sofía sea una cornuda es una cosa, pero que lo sea Felipe, es otra, piensan los retrógrados monárquicos.

La ex pareja de la reina, y después ex cuñado (al casarse con su hermana Telma), ha hablado en el libro de Jaime Peñafiel Letizia y yo, ha hablado en Twitter, X o como se diga y ha hablado en Instagram, donde hace poco publicó de una tacada 40 imágenes curiosísimas con sus correspondientes comentarios a pie de página. Y siempre que se ha expresado, en palacio han estado con el corazón en un puño. Saben de lo que es capaz y saben que todavía es más peligroso por lo que calla que por lo que ha explicado, que ya es mucho. Él borró algunos comentarios, pero no se retracta. "No cambio una coma de mis posts eliminados. Agradezo los mensajes de los que han entiendido que tendría mis razones. No guardo rencor a los que me habéis amenazado de muerte. No me siento orgulloso. Pero la verdad es la que es. Yo reconozco a un solo rey, está en Cielo y se llama Jesús de Nazaret. Él me juzgará", decía.

Ahora ha vuelto a escribir en la red del expajarito y en Instagram. Un mensaje rotundo, demoledor, donde se muestra amenazante y dispuesto a explicar la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. En un mensaje escrito de madrugada avisa que "La verdad saldrá, probada, documentada. A mí me toca contarla y al que se sienta injuriado que acuda a los tribunales, que para eso están. Los españoles tienen derecho a conocer quiénes nos representan por herencia o elección, qué hay detrás de los focos, la escenificación y la actuación". Un Del Burgo que remite a una frase histórica: "'Ninguna persona podrá ser elegida más de dos veces para el cargo de presidente', enmienda XXII, 1951, EEUU, porque el poder corrompe. ¿Podemos desintoxicarnos, sanar? Enterrar para siempre la España cainita con que Goya nos retrató magistralmente? Prosperar! No, si no perdemos el miedo, cambiamos la constitución y limitamos firmemente el alcance del Poder expansivo y asfixiante. De lo contrario seguiremos siendo esclavos, y la mayoría sin saberlo, que es lo más triste, disfrutando de una apariencia de libertad que se limita al mero entretenimiento. Borregos entretenidos, esto somos, o mejor, esto quieren que seamos…, de momento, hasta el día que despertemos".

Una amenaza en toda regla, este hasta el día que despertemos o el anterior la verdad saldrá y al que se sienta injuriado que acuda a los tribunales... Vaya dirigido a quién vaya este mensaje, ya vemos de qué pie calza Jaime del Burgo. La monarquía española, el gobierno de España... están todos avisados.