Jaime del Burgo tiene incontinencia tuitera: ha destapado la caja de los truenos con el anuncio que hará un libro sobre Letizia y él, una autobiografía del exnovio, examante, ex amigo y excuñado de Letizia. Se la hace él y venderá centenares de miles de ejemplares. Si 26 millones de personas han visto su tuit de la pashmina, cuántos querrán ver el libro entero: muchos. Pero para acabar con el rumor de que Del Burgo persigue finalidades crematísticas con todo eso: una entrevista en TV muy bien pagada o repercusión a sus negocios, Del Burgo sale al paso. Sabe que su libro "Y nada más que la verdad" le reportará miles y miles de euros y ha decidido aclarar que no lo hace por|para dinero, sino por dignidad: Dará todos los beneficios a causas sociales, a beneficencia en España:
Será Cáritas o alguna entidad sin ánimo de lucro pero Del Burgo limpia su imagen de críticas por oportunista: explica su verdad porque quiere y su motivo es político, no económico: quiere denunciar que España queda en manos de Pedro Sánchez, según él por la mala influencia que la roja Letizia ejerce sobre el calzonazos Felipe. Y lo justifica diciendo que su línea roja no son los rojos sino ETA, o bildu que para él son lo mismo. una mano de Del burgo que renuncia a miles de euros por una buena causa: según él salvar España.
Hace días ya avisó de que renunciaba a las entrevistas muy bien pagadas que le ofrecían las TV:"¿Por qué? ¿Y por qué ahora? A los medios que me han ofrecido dinero por hablar, que son unos cuantos, lo que os he respondido con mi silencio: iros al carajo. ¿Rencor? No soy capaz de sentirlo. Tampoco odio. No recuerdo haber odiado a nadie a lo largo de mi vida. Si los dejas entrar, nunca serás feliz. Tampoco debemos buscar respuestas racionales a lo que son sentimientos o aflicciones que tienen que ver con la infancia y los primeros años de nuestra juventud. ¿Política? ¡Si no voto hace 25 años porque no me creo a ninguno! Los problemas estructurales de España siguen ahí cuarenta años después, esté quien esté. ¿Chantaje? La verdad la publicaré le pese a quien le pese. Nada de eso. Pienso que lo que necesito es soltar lastre, poner punto final a un capítulo largo y sacar conclusiones que nos ayuden a mejorar. Y para ello hay que relatar los errores, propios y ajenos. Porque de los errores se aprende. Ayer, en Biarritz, hasta en los yogures del hotel venía el made in the Country Basque. Eso sí, con las abejas napoleónicas en las alfombras y los sofás y las butacas y las cortinas".
Del Burgo en Biarrritz con su hija siempre va cojo de lo mismo: le molesta que los yogures que se venden en el sur de Francia y están hechos en Euskadi no indiquen "Made in Spain" sino Made in the Country Basque y todo eso pase en la gran Francia donde el símbolo de Napoleón, la abeja, luce en muchos lugares como símbolo del centralismo. Uno nostálgico. El libro será oro.