Jaime de Marichalar ha cortado por completo sus lazos con la Casa Real. Desde su divorcio con la infanta Elena, ha optado por alejarse de la atención mediática, llevando una vida más discreta. Aunque mantiene una estrecha relación con sus dos hijos, se destaca su conexión particular con Victoria Federica. Marichalar la respalda de manera firme y, de cierta manera, actúa como su representante, asistiéndola en eventos y gestionando sus redes sociales. En cambio, su relación con Froilán es más distante, y el joven ha resultado ser un desafío para ambos desde el divorcio de sus padres, convirtiéndose en una preocupación constante para la familia real.
Froilán se ha visto envuelto en polémicas en el último año, lo que finalmente lo llevó a trasladarse a Abu Dabi. En diciembre de 2022, estuvo involucrado en un altercado con arma blanca cerca de una discoteca, y posteriormente participó en celebraciones secretas que incluyeron sustancias estupefacientes. Estas acciones han generado preocupación en Felipe y Letizia, quienes han instado a la infanta Elena y a Jaime a tomar medidas serias con su hijo para evitar dañar la reputación de la corona y poner en peligro el futuro de Leonor.
Jaime de Marichalar culpa a Letizia y Felipe de los males de Froilán y Victoria Federica
Esta intervención de los reyes ha provocado la molestia de Marichalar, quien inicialmente no quería que Froilán fuera a Abu Dabi y, de hecho, ofreció su casa para cuidar de él. La relación cordial que Marichalar tenía con la actual reina cuando era esposo de la infanta Elena ha desaparecido por completo.
Froilán debería tener una vida normal, pero su apellido y su conexión con una de las familias más prominentes del mundo han dificultado su camino. Desde joven ha estado bajo el escrutinio constante y las expectativas elevadas, impidiéndole ser simplemente un niño o adolescente. Marichalar sostiene que no es cuestión de ser malos padres, sino que el comportamiento de Froilán se debe a las exigencias impuestas por Felipe y Letizia, quienes, según él, no permiten que su hijo sea feliz.