Lo de la familia Marichalar - Borbón es de traca. Froilán y Victoria Federica son dignos herederos de su abuelo Juan Carlos: cada paso que dan es un nuevo escándalo. Eso sí, en vez de enmendar su comportamiento e intentar pasar mínimamente desapercibidos, la nueva moda de la pareja es hacerse las víctimas. Una actitud que también comparte el padre de las criaturas, curiosamente el primer miembro de la Familia Real que fue etiquetado como apestado en Zarzuela después del divorcio con la Infanta Elena, Jaime de Marichalar. Que no le quieran ni ver no quiere decir que no saque las garras por la Corona, defendiendo a su hija sospechosa de haberse lucrado con las tarjetas black del abuelo huido.
Haz click en la imagen para ver a Marichalar enfadado:
Jaime de Marichalar en coche con banderitas / GTRES
Victoria Federica en Madrid / GTRES
Unas garras que, por cierto, haría bien de cuidarlas un poco más, porque Marichalar cada vez tiene peor aspecto. Vestirá con ropa de lujo y formará parte de prestigiosos conglomerados empresariales del sector, pero se le ve desmejorado. La muestra, durante la última cena de padre e hija en Madrid, y a la que no asistió Froilán. Las fotos de Europa Press no dejan lugar a dudas. Un encuentro para poner punto y final a 2020 y, seguramente, compartir confidencias de los escándalos familiares, que no son pocos. Al salir del establecimiento había prensa esperándolos. Y Jaime hizo de 'papá oso' poniendo cara de ñu a los reporteros, cosa que todavía le favorecía menos. "Dejadla en paz", decía. Pobrecitos, qué pena dan.
Jaime de Marichalar se convierte, por un día, en "escolta" de Victoria Federica ante la prensa https://t.co/U3WMUiNizg
— CHANCE (@CHANCE_es) December 30, 2020
Victoria Federica muy afectada con su novio Jorge Bárcenas / GTRES
Jaime de Marichalar con mascarilla / GTRES
La 'jeta' se transmite de padres a hijos. También de abuelos a nietos. Por no hablar del tío Felipe, que parece zafarse de los escándalos de corrupción, pero demuestra muy poca vergüenza cada vez que habla por televisión.