Jaime de Marichalar era el único suegro de Juan Carlos que pertenecía a la aristocracia. La infanta Elena es la única que hizo caso a sus padres, sin embargo, su matrimonio no funcionó. Tampoco era feliz con él. Su carácter era muy cambiante, ya el día de la boda tuvo serias dudas, y tuvieron a Froilán y a Victoria Federica para salvar el matrimonio, pero lógicamente, no funcionó.
Se divorció de la infanta Elena en el 2009, año en el que anunciaron el cese temporal de la convivencia por diferencias irreconciliables. A partir de ese momento vivió una vida discreta. Juan Carlos le pidió a su hija que se esperase a divorciarse hasta que se recuperase del ictus que sufrió. Ahora se le puede ver muy cerca de Victoria Federica, es el encargado de su carrera artística.
Su gran pasión es la moda. Ha conseguido mantener una importante red de contactos. Es consejero de la mutinacional del lujo LVMH y propietario junto con sus socios Federico y Goyo Fernández de la firma de sastrería B-Corner. El ex duque cuenta también con grandes amigos, que le protegen y le quieren.
Jaime de Marichalar está totalmente desvinculado de Casa Real. No tiene ningún tipo de relación. Solo le une a ellos Victoria Federica y Froilán. Podría coincidir con todos una vez que los jóvenes se casen. Por ahora ha coincidido con los reyes en algunos actos, como el funeral del empresario Plácido Arango, en 2020, o la entrega de los Premios Nacionales de Investigación de 2019. Letizia y el exduque de Lugo siempre se han saludado con cordialidad.
Las eternas conversaciones de Jaime de Marichalar y Letizia
La reina y Jaime de Marichalar se profesan un gran cariño mutuo. Tiene más contacto con él que con cualquier otro miembro de la familia real. Y sintió un profundo dolor cuando se enteró del divorcio de la infanta Elena. El exduque se había compartido en su mayor confidente. Todos los inviernos coincidían en Baqueira, ninguno de los dos esquiaba y compartían confidencias. En verano pasaba exactamente lo mismo pero en Marivent, no les apasionaba la vela y se refugiaban en grandes charlas y en la lectura.
Letizia le habría confesado en aquel momento a Jaime de Marichalar su relación con Jaime del Burgo, que continuó según el abogado más allá de la boda con Felipe, hasta 2014. El exduque de Lugo fue la primera persona que se enteró, pero le guardó el secreto y le aconsejó. Conocía los problemas de cama de la entonces príncipe y le aconsejó que hiciese lo que le dictase su corazón.