Que a la infanta Elena nunca le faltaría de nada se supo desde el día de su nacimiento. La mayor de los hijos de los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía no sería la heredera del trono de España. De hecho, se conoce que los ex monarcas mantuvieron relaciones con el único objetivo de tener un hijo varón que heredara la corona. No querían que Elena fuera reina. Cuentan algunas fuentes que no la veían capacitada para ello. Y aunque no se soportaban y no tenían ni un ápice de atracción entre ellos, Juan Carlos y Sofía hicieron tripas corazón con tal de evitar a Elena como reina y que el heredero fuera un hombre. Aun así, siendo infanta, siempre tendría el cobijo de las riquezas de la monarquía y, en especial de las de su padre. Elena y el emérito siempre han tenido una relación muy estrecha. 

Aun así, Elena quiso trabajar. En 1986 se graduó en Magisterio por la Escuela Universitaria del Profesorado de EGB de la Iglesia (ESCUNI). Y posteriormente pasó a ser profesora de inglés en colegio el Santa María del Camino, donde estudió cuando era pequeña. 

Tras separarse de Jaime de Marichalar, la infanta Elena multiplicó su economía 

Más tarde, en 1993, amplió su formación. Completó un curso especializado de Sociología y Educación en Exeter (Reino Unido) y uno de perfeccionamiento del idioma francés en la Universidad de la Sorbona. Se licenció en Ciencias de la Educación por la Universidad de Comillas. Y dos años después se casó con Jaime de Marichalar. Concretamente, el 18 de marzo de 1995. Ahí dejó de trabajar para dedicarse a su marido y a sus compromisos como infanta. 

Jaime de Marichalar y la infanta Elena EFE

El matrimonio duró 12 años, hasta que en noviembre de 2007 se anunció el “cese temporal de la convivencia” entre la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Una separación en la que, a pesar de quitarle el amor, disparó su patrimonio en gran medida. Alejarse de Jaime fue lo mejor que le podía pasar a su cuenta corriente. Y todo gracias a Juan Carlos I

Juan Carlos I soluciona la vida de la infanta Elena 

Fue el emérito quien la metió en 2008 a trabajar en la Fundación Mapfre, ocupando el puesto de directora de Proyectos Sociales y Culturales. Un empleo en el que cobraba unos 200.000 euros al año, aunque Pilar Eyre elevó la cifra hasta los 300.000 €. Es decir, cobraba unos 25.000 euros al mes que todavía gana hoy en día.  

No solo eso. Cuando alejó a Jaime de su vida también elevó su nivel de vida. Se alquiló un chalet en la lujosa urbanización de Fuente del Berro, se compró un piso de 500 metros cuadrados en el centro de Madrid, cerca de El Retiro y, según confirman varias fuentes, Juan Carlos le regaló una casa en el barrio del Niño Jesús de Madrid valorada en 1,8 millones de euros. Se desconoce si Juan Carlos hizo todo eso una vez sseparada por pena, o si porque prefirió no hacerlo mientras estaba con Jaime de Marichalar para no pagarle la fiesta a su yerno.