Jaime de Marichalar se ha convertido en una figura clave y polémica en la vida de la infanta Elena y, de manera indirecta, en la dinámica de la familia real española. Su influencia sobre su hija, Victoria Federica, ha desatado una serie de conflictos que están complicando seriamente la vida de la infanta Elena y creando tensiones dentro de la Zarzuela.
Desde su separación, la relación entre Jaime de Marichalar y la infanta Elena ha sido compleja, pero los problemas se han intensificado en los últimos años debido a la creciente notoriedad de Victoria Federica. A diferencia de otros miembros de la familia real, Victoria ha decidido no seguir un perfil discreto, sino que ha abrazado el mundo de la moda y las redes sociales con entusiasmo, lo que ha puesto a la corona en una posición incómoda.
Victoria Federica pone de los nervios a la infanta Elena y a la casa real con el apoyo de Jaime de Marichalar
La casa real ha intentado por todos los medios alejar a Victoria Federica de España, con la esperanza de proteger la imagen de la institución. Incluso la infanta Elena, preocupada por la repercusión que las acciones de su hija podrían tener en la familia, ha apoyado esta idea. Sin embargo, Jaime de Marichalar ha sido un obstáculo insuperable en estos planes. Mientras que con su hijo Froilán lograron enviarlo al extranjero, no han tenido el mismo éxito con Victoria.
Marichalar ha utilizado su vasta red de contactos en el mundo de la moda para asegurar que Victoria permanezca en España, donde puede continuar su carrera como influencer y modelo. Este apoyo incondicional ha permitido a Victoria Federica codearse con las altas esferas de la sociedad española, frustrando los intentos de la Zarzuela de controlar su vida y mantenerla alejada del foco mediático.
Marichalar se ha convertido en el gran avalador de Victoria en contra de la voluntad de su madre, la infanta Elena, que cada vez pinta menos en la vida de la joven. Como a Froilán, le da alas en comportamientos que le enfrentan a los reyes Felipe VI y Letizia, mientras es Elena quien paga el pato. El conflicto entre los padres ha llevado a que la infanta Elena se vea atrapada entre su deber como madre y las presiones de la casa real. Mientras Jaime de Marichalar apoya a Victoria para que continúe con su estilo de vida público y notorio, Elena se enfrenta a las consecuencias. La situación es particularmente dolorosa para ella, ya que ve cómo su exmarido sigue teniendo un papel decisivo en la vida de su hija, a menudo en contra de su propia voluntad, a la vez que debe responder a las recriminaciones de la casa real.
Su próxima aparición en El Hormiguero tiene de los nervios a la casa real
Victoria Federica, por su parte, sigue adelante con su vida pública sin mostrar señales de querer cambiar. Asiste a las fiestas más exclusivas, se sienta en las primeras filas de las pasarelas más importantes y concede entrevistas en las que habla abiertamente de su día a día y sus planes futuros. Ahora, gracias a los contactos de Jaime, Victoria logrará un poco más de popularidad al ser una de las invitadas de El Hormiguero. La excusa es su participación en la nueva edición de 'El Desafío'. Una aparición que, como es de esperar, le preguntarán sobre su familia, lo que tiene temblando a la casa real.
El apoyo inquebrantable de Jaime de Marichalar a su hija no solo está afectando a la infanta Elena, sino también a la estabilidad de la imagen pública de la familia real. A medida que Victoria Federica sigue forjando su propio camino, queda claro que su relación con su padre le ha dado la confianza y los recursos necesarios para enfrentarse a las expectativas de la corona y vivir su vida según sus propios términos, sin importar las consecuencias para los demás.