Jaime de Marichalar se ha convertido en el mayor apoyo de Victoria Federica. El ex duque de Lugo se divorció de la infanta Elena hace más de una década, pero nunca ha dejado de ver a sus hijos. De hecho, aunque mantenían un contacto menor, ya que vivían con su madre, muestran un cariño mayor a su padre. Jaime es mucho más permisivo y les apoya en todos sus proyectos. La hermana de Felipe les quita todas las ilusiones solo por pertenecer al apellido Borbón, el que les ha perjudicado.
Froilán y Victoria Federica han dado muchos problemas a Casa Real. A diferencia de los hijos de la infanta Cristina o las hijas de Letizia y Felipe, los hijos de la infanta Elena han acaparado todo tipo de titulares, pero ninguno bueno. El joven es quien se lleva la palma. En los últimos meses Froilán ha participado en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca y ha frecuentado afters ilegales donde se consumían sustancias estupefacientes.
Por este motivo Letizia y Felipe pidieron a la infanta Elena que tomase medidas con sus hijos o las tendrían que tomar ellos. Se le pidió que desapareciese durante un tiempo de la opinión pública. Y así se ha hecho. Finalmente se ha tomado la decisión de ‘exiliar’ al joven a Abu Dabi con su abuelo Juan Carlos. Lleva un mes en los Emiratos Árabes y a pesar de tener trabajo, donde gana más de 6.000 euros al mes, y una de las viviendas más lujosas, no se adapta. A Froilán le falta la vida madrileña. El idioma y sus amigos de aventuras, los mismos con los que la infanta Elena no quiere que se junte.
Froilán quiere volver a España
Froilán ha pedido a sus padres, incluso a su hermana, la posibilidad de volver a España, aunque sea a otra ciudad que no sea Madrid. Victoria Federica ha pedido ayuda a Jaime de Marichalar para que haga de mediador con Letizia, quien mueve todos los hilos. En el pasado el ex duque de Lugo y la actual reina mantuvieron una estrecha relación. Era la persona con quien mejor se llevaba de la familia de su marido. Pero no está dispuesta a ceder.
Letizia solo quiere que nadie entorpezca el futuro reinado de Leonor, por ello cuida todos sus movimientos y los de la familia de Felipe. Juan Carlos o Iñaki Urdangarin estuvieron a un paso de echar por tierra la corona y no piensa permitir que alguien de la familia vuelva a ponerla en peligro. Mucho le ha costado repararla. La reina es una mujer de armas tomar, de ideas fijas. La infanta Elena intenta acercarse a ella a través de Felipe, pero es imposible. El rey está atado de pies y manos, no quiere más discusiones con la madre de sus hijas.