Jaime Marichalar puede convertirse en una de las primeras buenas noticias del cuore de este 2023. Una ilusión, un cortejo, un romance, un qué se yo. La medallita brilla bastante en medio de un alud de separaciones de famosos, como Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. No podemos contar como buena noticia lo que pasa con Tamara Falcó e Íñigo Onieva, porque eso entra en la categoría de la ópera bufa. El caso es que Jaime, cesado temporalmente de la convivencia primero y divorciado tiempo después, ha estrenado el año con una cita. ¿Amorosa? Bien, quizás es demasiado pronto para decirlo, pero desde fuera apunta maneras. Indicios hay. Fotos, también. Y un vídeo. El kit completo.
A pesar de ser un soltero empedernido, no es la primera vez que vemos al padre de Froilán y Victoria Federica en compañía femenina. Pero esta vez olemos algo más íntimo, tanto por la complicidad como por el fin de fiesta. Sí, hacemos spoiler, acabaron en el ático tríplex de Jaime en la calle Núñez de Balboa de Madrid, famosa por sus caceroladas ultras. El piso es enorme y carísimo, 3 millones de euros, y de allí salieron por la puerta Elena y los niños cuando se produjo la separación. Jaime lo había pagado con una herencia familiar millonaria, vive allí desde 2005. Es su nido de soltero. No decimos nidito porque mide 500 metros cuadrados, claro. Pues bien, Marichalar y la señora rubia con la que salió a comer y a lo que surja entraron juntos en el domicilio cuando ya era de noche.
La nueva ilusión de Jaime es una señora rubia, más joven, pija pero más informal
Quién es la mujer que se habría convertido en la ilusión del barbudo ex duque no ha trascendido, pero no tardaremos en averigüarlo. En todo caso ya vemos que ella le encaja, pija, más joven, un punto menos formal en su vestuario. Lo normaliza, vaya. Y esta es una noticia importante, porque a menudo hemos pensado que dentro del cuerpo del personaje habitaba un marciano estrafalario que sube en mocasines y corbata a una barca. Aquel no fue el mejor equipamiento para un señor con problemas de movilidad, consecuencia del ictus de 2002 y que marcó su declive físico, sentimental y de estatus. La sospecha de factores externos y poco saludables que favorecieron aquel trance son legendarios: la revista 'Época' llegó a asegurar que la infanta había alegado consumo de cocaína ocasional para obtener el divorcio. Jaime ha tenido que aprender a convivir con las secuelas de aquel episodio. De vez en cuando, sin embargo, surgen imprevistos que no puede evitar.
La salida nocturna acabó con una caída provocada por Jaime
Una de estas situaciones provocó un accidente, una caída de bruces durante el paseo de la parejita. No, el que acabó por el suelo no fue Marichalar, si no su acompañante. La mujer tropezaba con el bastón sobre el que se apoya el aristócrata, una zancadilla con resultado de trompazo inevitable. Se lo tomó de la mejor manera, la verdad, ya tenían una anécdota para seguir charlando y seguir con las risas. Ella magullada, sí, pero contenta. Poca ayuda le pudo ofrecer su acompañante, que a duras penas se agachaba. Pueden ver las imágenes haciendo click en la foto:
Una cita accidentada... pero con final feliz. Por fin alguna alegría en el clan Marichalar.