Victoria Federica es una de las influencers más demandadas por las marcas y los medios de comunicación. Su paso por ‘El Desafío’, el primer programa de televisión en el que participa, le ha ayudado a mejorar su imagen pública y ha incrementado su impacto social. Es una de las jóvenes más deseadas aunque esto enfade a Felipe VI y Letizia, que no quieren a ningún Borbón en el foco mediático.
Una de las personas que ha sido clave en este rápido crecimiento ha sido su padre. Jaime de Marichalar siempre se ha mantenido en la sombra, pero nunca ha descuidado a sus hijos. Gracias al exduque de Lugo ha construido una importante red de contactos y se ha introducido en el mundo de la moda y de las redes sociales con las mejores marcas. Ella también ha tenido siempre amigas influencers que le han asesorado en este mundillo.
Los gustos caros de Victoria Federica financiados por Jaime de Marichalar
Al estar en el foco mediático debe causar buena presencia. Cuidar al máximo su estilo y físico. Victoria Federica vive a todo lujo sin privarse de nada. Ha enseñado su colección de bolsos y zapatos valorados en miles de euros cada uno, joyas, restaurantes, viajes, hoteles, aunque la mayoría de estas cosas las consigue gratis a cambio de promoción.
Jaime de Marichalar le ha permitido absolutamente todo, y precisamente sería quien está detrás del gran éxito de Victoria. Le ha financiado toda su vida de lujo, incluso le ha pagado algunos retoques estéticos a los que se ha sometido desde los 18 años. En ‘Sálvame’ anunciaron que se había sometido a elevación cola de ceja, nariz más elevada, relleno de pómulos, aumento de labios y una mejora del ángulo de la mandíbula. Todas estas operaciones habrían costado más de 30.000 euros al exduque de Lugo que es quien se ha encargado de pagarlas. El caché actual de Victoria Federica, según Vanitatis, rondaría los 3.000 euros, por lo que podría haber ganado en el último mes una cifra cercana a los 27.000 euros solo en concepto de asistencia a eventos.
El ex de la infanta Elena habría desobedecido a la madre de la joven y le habría costeado todas las operaciones estéticas con tal de verla feliz. Según la hermana de Felipe VI a su hija no le hacía falta ningún cambio físico. Es uno de los motivos por los que cada vez que se encuentran prefieren no saludarse y saltan los cuchillos.
