Jaime de Marichalar está completamente desaparecido. Desde que se divorció de la infanta Elena decidió desvincularse completamente de Casa Real. Ahora vive en paz en el anonimato. El padre de Victoria Federica y Froilán sufrió un infarto que a punto estuvo de costarle la vida y se tomó la vida con mucha más calma.

No se habla de ningún tipo de acuerdo entre la infanta Cristina y Jaime de Marichalar. Por eso tal vez no se le conocen ningún trabajo desde que se divorció. A día de hoy es consejero en Loewe. El ex duque de Lugo también figura como administrador de la empresa Boabreimab S.L., dedicada al “comercio minorista de prendas de vestir”. ‘El cierre digital’ asegura que sus activos y su patrimonio se acerca a los tres millones de euros, donde se incluye su lujos ático triple de 500 metros cuadrados que posee en la calle Ortega y Gasset.

Jaime de Marichalar

Jaime de Marichalar cuenta con el cariño de sus hijos, especialmente de Victoria Federica. Pero también de grandes amistades, como Rosa Mairal y Esteve Rabat, los joyeros catalanes con los que surca el mar mediterráneo a bordo de su lujoso yate. También Ana Gamazo y Juan Abelló, Naty Abascal o Isak Andic, el propietario de Mango.

Con quien no tiene relación es con la infanta Elena. El pasado mes de septiembre coincidieron en el 80 cumpleaños de la princesa Ira de Fürstenberg, pero no se dirigieron la palabra. Ni tan siquiera se saludaron.

Jaime de Marichalar no logra desvincularse de su vicio 

El matrimonio ya estaba roto desde los inicios, pero el ictus que sufrió Jaime de Marichalar lo hizo insostenible. Sus cambios de humor fueron constantes. “El ataque cerebral modificó el carácter de Jaime. Pasó de ser un hombre exquisitamente educado a una persona malhumorada, iracunda, capaz de expresar las mayores inconveniencias”, dijo Pilar Eyre.

Jaime de Marichalar toros

Sin embargo, la infanta Elena y Jaime de Marichalar no han rehecho sus respectivas vidas. Ambos están solteros.

Su mejor relación es con Giorgio Torelli, su entrenador personal. El ex campeón de fitness ha conseguido que el ex duque de Lugo tenga una rutina de entrenamiento, pero no que deje de fumar, su gran vicio. El médico se lo prohibió en cuanto sufrió el ictus. Ha probado todo tipo de terapias y productos farmacéuticos, pero nada. No lo consigue. A día de hoy, después de décadas de la enfermedad mantiene este vicio. Algo que ha heredado Victoria Federica, quien también ha sido fotografiada con el cigarro en la mano.