Jaime de Marichalar se divorció de la infanta Elena en 2007. La entonces pareja estuvo a un paso de no casarse, pero Juan Carlos le dijo a su hija que no se precipitase. El mismo día de la boda, uno de los más felices de cualquier novia, discutieron. Pensaron que el nacimiento de sus hijos calmaría las aguas, pero no, la tormenta se avivó aún más. Antes de tomar cualquier decisión, la hermana de Felipe comunicó a su padre que iba a divorciarse, en ese momento el ex duque de Lugo sufrió un ictus y el emérito le recomendó aguantar un tiempo más poniéndole de ejemplo la relación de él con Sofía.
En Casa Real el amor no ha funcionado. Juan Carlos y Sofía se casaron por obligación y nunca se quisieron. La infanta Elena fue la primera en divorciarse de Jaime de Marichalar, y ahora es su hermana Cristina la que firmará el divorcio con Iñaki Urdangarin el próximo mes de julio. El ex jugador de balonmano ha salvado la monarquía del ridículo más espantoso. Solo él se implicó en el Caso Nóos para proteger a la madre de sus hijos y a su suegro. Juan Carlos I está muy agradecido, por este motivo piensan acceder a todas las peticiones del ex duque de Palma.
Jaime de Marichalar optó por el silencio
Según Juan Luis Galiacho, Iñaki Urdangarin no tendrá ningún problema en los próximos años. El ex duque recibirá una pensión mensual de 25.000 euros, una cifra descabellada, una indemnización de dos millones de euros y unas propiedades en la costa francesa. Además, se le mantendrá la escolta para garantizar su seguridad en los próximos años, y se le financiarán los viajes que estén relacionados con visitas a sus cuatro hijos. Iñaki quiere recuperar su prestigio y también habría pedido un trabajo.
Jaime de Marichalar, por contra, se fue con las manos vacías, y es que con tal de garantizar el buen funcionamiento de la corona y no dañar a la madre de sus hijos y a éstos, el ex duque de Lugo firmó un pacto de silencio. No pidió nada más. Solo quería vivir en el anonimato, tranquilo. Iñaki Urdangarin se aprovecha de la situación y sabe que si habla puede generar un auténtico terremoto.
El padre de Froilán y Victoria Federica no ha pedido ningún tipo de subsidio por desempleo. Actualmente, trabaja como consejero en Loewe, mantiene una relación muy cercana con su dueño, VMH, y figura como administrador de la empresa Boabreimab S.L., dedicada al "comercio minorista de prendas de vestir”. Según el medio Cierre digital, el patrimonio de Jaime de Marichalar estaría cerca de los 3 millones de euros y posee el fantástico ático tríplex de 500 metros cuadrados que posee en Ortega y Gasset, una de las calles más caras de Madrid