La infanta Elena fue la única de los hijos de Juan Carlos que se casó con alguien de la realeza. Jaime de Marichalar es hijo de los condes de Ripalda. Estaban muy enamorados, pero esa sensación fue desapareciendo a medida que iban conociéndose más, y lo único que existía entre ellos era algo parecido al amor. En el momento de la boda, la madre de Victoria Federica y Froilán estuvo a punto de echarse a atrás. Una vez casados llegaron los problemas, el carácter de Jaime no casaba con el de Elena. Discutían muy a menudo. Tuvieron a sus dos hijos para intentar que todo vaya a mejor, pero fue lo contrario. Decidieron poner “cese a la convivencia”, aunque en el momento que la infanta se lo comunicó a su padre, el exduque de Lugo sufrió un ictus y no fue el mejor momento para hacer pública esa decisión que ya era un secreto a voces. Unos años más tarde emprendió cada uno su camino.
Aunque tienen dos hijos en común, a día de hoy no se dirigen la palabra. La relación está totalmente rota. Jaime de Marichalar siempre ha adoptado el rol de padre moderno. Es quien consiente todo a sus hijos. De hecho, a Victoria Federica le lleva su carrera artística en el mundo de las redes sociales y la moda, algo que no apasiona a Elena de Borbón. Respecto a Froilán, el exduque se ofreció a quedarse a su hijo en su lujoso piso de Madrid, pero la infanta se negó en rotundo.
Sus caracteres chocan bastante. La situación es crítica entre ellos. Aunque Victoria Federica vive con la infanta Elena, los días que le interesa porque se va muchas veces de casa con amigos o de viaje, tiene una gran afinidad con Jaime de Marichalar. Mientras con su madre discute casi todos los días, con su padre todo son buenas palabras, y es que le regala los oídos como ella quiere.
Jaime de Marichalar, una mala influencia para Victoria Federica
Jaime de Marichalar ha vivido siempre en el anonimato, igual que su exmujer, tampoco ha rehecho su vida, aunque se le ha visto en compañía de mujeres muy atractivas y con un alto poder adquisitivo. En la mayoría de sus apariciones públicas siempre ha estado acompañado de su hija Victoria, hace unas semanas en Marbella.
A pesar de haber sufrido un ictus hace quince años, Jaime de Marichalar no ha reconducido su vida. El médico le obligó a dejar el tabaco, y aunque tuvo un amago de intención, no lo consiguió. Contó con terapia y un entrenador personal para mejorar sus hábitos. Fumar es un vicio que no puede abandonar y que ha traspasado a su hija Victoria Federica. La joven ha aparecido en numerosas ocasiones fumando, algo malo para su salud y su imagen. Los dos han asistido a terapias para lograr desengancharse, pero no lo han conseguido.