En las últimas semanas se ha especulado con que el ‘éxilio’ de Froilán a Abu Dabi con su abuelo Juan Carlos tiene que ver con la herencia del emérito. La infanta Elena vive en España, lo que le obligaría a tributar dicha herencia con la Agencia Tributaria. Sin embargo, el hecho de que Froilán esté en los Emiratos Árabes le permitirá no tener que pagar ni un solo euro al fisco español. El joven podrá recibir los millones y Elena ejercer de administradora, evitando así pagar a Hacienda.

Sin embargo, la versión oficiosa, que no oficial, pues la casa real ni confirma ni desmiente, es que desde Zarzuela se recomendó mandar a Froilán lejos de España para evitar que siguiera metiéndose en polémicas. Y es que en los últimos años el hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar solo salía de un escándalo para meterse en otro.

Sea como sea, lo cierto es que desde que Froilán está en Abu Dabi ha dejado de ser portada cada dos por tres. El sobrino del rey Felipe ha desaparecido de  las controversias que protagonizaba de forma habitual. Su comportamiento ha cambiado por completo. Al menos que se sepa en España.

Froilán y Belén Perea GTRES

Cambio de actitud de Froilán

Un cambio de actitud que, según Jaime Peñafiel, cronista especializado en la casa real, tiene que ver con un toque de atención de su padre, Jaime de Marichalar. Este le habría recomendado que cambiara su actitud con la prensa y su entorno. Que fuera más amable y discreto, sin esas actitudes altivas que generaban una enorme animadversión.

Así las cosas, la jugada le habría salido mal a la reina Letizia. La consorte, luchadora incondicional por cambiar la mala imagen que se había generado de la casa real en los últimos años a raíz de comportamientos como el de Froilán o el de Juan Carlos, habría sido una de las grandes instigadoras de enviar a Froilán a Abu Dabi con tal de evitar las connotaciones negativas que se derivaban a la familia real. Ahora, sin embargo, Froilán ha pasado a ser uno de los buenos de la película. La amabilidad con la prensa de su sobrino le irrita, pues Letizia solo quiere que se hable bien de ella, Felipe y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.