Froilán, hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, siempre ha sido conocido por las polémicas en las que se ha visto envuelto o que ha protagonizado. La gota que colmó el vaso cayó a finales de 2022. En pocos días, Froilán se vio involucrado en una pelea con arma blanca y fue desalojado de un after ilegal.
Estos hechos encendieron todas las alarmas en su familia, especialmente en su tío, el rey Felipe VI, y en la reina Letizia, quienes insistieron en la necesidad de alejarlo del foco mediático español. Finalmente, se decidió su traslado a Abu Dabi para vivir con su abuelo, el rey emérito Juan Carlos I, en un entorno donde la privacidad está protegida con firmeza y la prensa no tiene acceso libre a los asuntos personales. Y es que violar la intimidad de alguien en Abu Dabi puede suponer penas de prisión.
Froilán no cambia de actitud pese a su etapa en Abu Dabi
Aunque la infanta Elena dudó inicialmente, terminó aceptando que su hijo necesitaba un cambio de aires. Sin embargo, quien mostró un rechazo más evidente fue su padre, Jaime de Marichalar. Marichalar siempre ha sido muy protector con sus hijos y ha tratado de justificar o encubrir sus comportamientos, incluso cuando estos han sido cuestionables. Para él, alejar a Froilán no era la solución definitiva, ya que consideraba que el problema de fondo debía abordarse de manera directa.
A pesar de su traslado, el comportamiento de Froilán no ha cambiado significativamente. Siempre que puede, regresa a España, donde retoma muchas de las actividades que lo llevaron al "exilio": fiestas hasta altas horas de la madrugada o relaciones con entornos poco recomendables...
Sometido a tratamiento
Se conoce que a Froilán también le encanta dedicar tiempo a jugar al póker. Juega timbas eternas en las que hay en juego altas cantidades de dinero que en muchas ocasiones ha perdido, y que ha cubierto gracias a la generosa paga que le da su abuelo y que algunas fuentes sitúan en unos 10.000 euros mensuales.
El tema del póker ha sido recurrente. Cuentan desde algunos círculos que incluso se ha sometido a un periodo de tratamiento, que ya dejó, para prevenir que esta adicción no fuera a más y pudiera convertirse en un peligro.