Durante años, la familia real ha intentado proyectar una imagen de unidad y cohesión, pero en realidad, la realidad ha sido bastante diferente, ya que la familia llevaba tiempo profundamente dividida. Esta fractura interna comenzó a hacerse evidente con la separación de Jaime de Marichalar y la infanta Elena, lo que marcó el inicio de una serie de crisis dentro de la familia. Sin embargo, otros eventos posteriores no hicieron más que agravar la situación. Uno de los más destacados fue la implicación de Iñaki Urdangarin en el caso Nóos, que terminó llevándolo a prisión. Además, las crecientes controversias alrededor de Juan Carlos I solo añadieron más tensión a la familia.

Con el paso del tiempo, Jaime de Marichalar ha ido desapareciendo de la vida pública y ha caído en un cierto anonimato. En la Casa Real parece haber sido relegado a un segundo plano, a pesar de ser el padre de Victoria Federica y Froilán, quienes son considerados los nietos más problemáticos de la reina Sofía. Desde la separación de Marichalar y la infanta Elena, y a medida que sus hijos han ido creciendo, han perdido el control sobre ellos, desobedeciendo a su madre y distanciándose cada vez más de ella.

Jaime de Marichalar y Letizia
Jaime de Marichalar y Letizia

Jaime de Marichalar, que cumplirá 60 años en abril, lleva mucho tiempo manteniendo un perfil bajo, alejado de los focos mediáticos y de la vida social. Ya no es común verlo por las calles del barrio de Salamanca, donde solía ser un habitual. Su última aparición ante los medios fue para expresar su apoyo a Juan Carlos I, pero desde que las polémicas comenzaron a rodear al exmonarca, Marichalar ha sido marginado tanto en el ámbito empresarial como en el político.

Por otro lado, siempre se ha sabido que Juan Carlos I tenía una preferencia evidente por Iñaki Urdangarin sobre Jaime de Marichalar. No toleraba que, en las reuniones familiares, se refirieran a su hija Elena con el apelativo de 'madame'. A pesar de estar casado con la infanta Elena, Marichalar se sentía desplazado dentro de la familia, aunque siempre mostró lealtad y defendió la institución.

A pesar de la distancia que ha surgido entre él y su familia, Marichalar mantiene contacto tanto con Juan Carlos I como con sus hijos, Froilán y Victoria Federica, aunque no tan cercano como él desearía. Desde que alcanzaron la mayoría de edad, sus hijos han llevado una vida más independiente, pero aún mantienen una relación estrecha, especialmente con Felipe. Aunque Victoria Federica prefiere pasar más tiempo con su novio, en ocasiones comparten almuerzos en restaurantes como Sushita, ubicado cerca de su residencia.

Jaime de Marichalar se hace de oro con la herencia de su tía 

Económicamente, Jaime de Marichalar no enfrenta problemas. Gracias a su red de contactos, continúa siendo un hombre bien posicionado en el ámbito empresarial. Ocupa el cargo de consejero en empresas de renombre como Loewe y Fendi, y es copropietario de la firma B-Corner, especializada en ropa de caballero a medida. Esta empresa, que fundó tras la muerte de su sastre, ha logrado mantenerse estable a pesar de contratiempos, como las reducciones de fabricación derivadas de los ERTE. Además, Marichalar asesora a su hija Victoria Federica en temas relacionados con sus eventos, un rol que no siempre es del agrado de la infanta Elena.

Jaime de Marichalar toros
Jaime de Marichalar toros

Jaime de Marichalar siempre se relacionó con el mundo de las finanzas. Sigue siendo un personaje que forma parte de la alta sociedad española y mantiene un elevado tren de vida. Su actual posición se debe en gran parte gracias a la herencia que recibió por parte de su tía Teresa de Marichalar, más conocida como la tía Cocó.

Según publicó la revista People with money, el exduque consorte de Lugo se colocó en el número uno de los "príncipes mejor pagados de 2023" con unas ganancias estimadas de 46 millones de dólares, entre enero de 2022 y enero de 2023, con una ventaja de casi 20 millones de dólares sobre su competidor más cercano. Según esta revista, Marichalar tiene un patrimonio estimado de 145 millones de dólares y "debe su fortuna a inversiones en acciones inteligentes, participaciones sustanciales en propiedades y lucrativos acuerdos de patrocinio con los cosméticos CoverGirl".