Como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta que la infanta Elena es la hija mayor de los Reyes eméritos, por mucho que su presencia mediática haya sido mucho menor que la de su hermano Felipe y su hermana infanta Cristina en los últimos años, hubo un tiempo en el que la hija mayor de Juan Carlos I y Sofía era el centro de atención de muchos en la prensa rosa, entre otras cosas porque fue la primera en casarse.
Lo hizo con Jaime de Marichalar y a través de un enlace que, si bien es cierto que en un primer momento sí que contaba con el ok de los padres de la infanta Elena, al poco tiempo ya se vio que no iba a ser precisamente un matrimonio que iba a durar muchos años, entre otras cosas porque el estilo de vida de los dos no era el mismo, con un Marichalar que no perdía el tiempo y aprovechaba para trasnochar en muchas ocasiones mientras la hermana de el entonces príncipe Felipe prefería quedarse en casa cuidando de sus hijos.
El matrimonio fallido pero que catapultó a Jaime de Marichalar
Como no podía ser de otra forma y por mucho que la Reina Sofía no lo quisiera en un inicio, al final el matrimonio acabó por deshacerse en el ya más que conocido y famoso cese temporal de la convivencia, un eufemismo de una evidente separación que al cabo de pocos años acabó en divorcio.
Ahora que han pasado ya muchos años no son pocos los que argumentan que, más allá de que Jaime de Marichalar no estuviera precisamente enamorado de la infanta Elena, el principal objetivo en su caso no era otro que el de ascender en la escala social gracias a convertirse en un miembro de la casa real, algo que en su momento le abrió muchas puertas y que ha provocado que, aunque lleve ya muchos años divorciado, siga teniendo muy buenos contactos que le siguen permitiendo tener un nivel de vida muy alto.
Eso sí, a diferencia de lo que ha ocurrido recientemente con Iñaki Urdangarin, en su momento Marichalar no puso problemas en cuanto a su divorcio, ni reclamó grandes cantidades de dinero, algo que sí que podría haber hecho, entre otras cosas porque sabía que acabar en buenos términos con su ex mujer podría seguir implicando buenas conexiones, algo que siempre había buscado.