La separación de la infanta Elena y Jaime de Marichalar en 2007, tras 12 años de matrimonio, fue un suceso que generó gran revuelo mediático. Aunque la ruptura fue ampliamente comentada, nunca se han dado detalles sobre las razones que realmente llevaron al fin de su relación. El mutismo que ambos han mantenido en torno al tema es el resultado de un acuerdo firmado como parte de la disolución de su vínculo, en el cual se comprometen a no hablar de su vida personal, ni de los momentos más tensos que vivieron juntos, como la etapa que pasaron en Nueva York después de que Marichalar sufriera un ictus.
En el proceso de su divorcio de la infanta Elena, Jaime de Marichalar firmó un acuerdo de confidencialidad que le impide compartir detalles sobre su vida matrimonial, incluidas las circunstancias de momentos clave que marcaron el fin de su relación. Este acuerdo, que fue parte del pacto legal que ambos acordaron, ha evitado que se hable públicamente de su matrimonio y de los episodios más delicados que vivieron juntos, entre ellos un polémico episodio en Nueva York.
La infanta Elena y Jaime de Marichalar se llevarán a la tumba los episodios más turbios de su relación
Este acuerdo tiene como objetivo principal proteger la intimidad de la familia real y evitar que situaciones del pasado puedan influir en la percepción pública de los implicados. Aunque varios rumores han circulado sobre las tensiones vividas en ese viaje a la ciudad que nunca duerme, nunca se ha confirmado si realmente ocurrió algo que desencadenara una crisis en su matrimonio. Sin embargo, la cláusula de confidencialidad que firmó Marichalar le impide discutir cualquier detalle relacionado con ese episodio.
El pacto no solo afecta a Jaime de Marichalar, sino que también compromete a la infanta Elena a mantener el silencio sobre lo sucedido durante su matrimonio. Ambos acordaron que los aspectos más personales de su vida no deben ser revelados, especialmente aquellos que pudieran poner en duda la imagen pública de la familia real o perjudicar a sus hijos. De hecho, la protección de Froilán y Victoria Federica, sus dos hijos, es uno de los pilares de este acuerdo, ya que se busca evitar que cualquier controversia pueda afectarles de manera directa.
Algunos detalles podrían afectar a sus hijos, Froilán y Victoria Federica
Desde su divorcio, Jaime de Marichalar ha optado por mantenerse alejado del foco mediático, con apariciones públicas limitadas a eventos culturales o de bajo perfil. Aunque su vida sigue siendo de interés para algunos medios, Marichalar nunca ha roto el compromiso de discreción que asumió al firmar el acuerdo de confidencialidad.
A través de este acuerdo de confidencialidad, tanto Marichalar como la infanta Elena han logrado mantener su vida privada fuera del alcance de los medios, mientras siguen adelante con sus vidas por separado, pero siempre con respeto mutuo y la voluntad de proteger a sus hijos.