Jaime Marichalar, exmarido de Elena de Borbón, se resiste a la evidencia. Es un hombre de secano. El medio acuático no es suyo hábitat natural, ni ideal, ni recomendable. Sí, ya sabemos que lucirse en un yate es muy guay, muy 'classy'. Incluso en una zodiac, de acuerdo. Pero cada vez que el padre de Froilán y Victoria Federica se acerca al mar el espectáculo está asegurado. Y nunca, absolutamente nunca, es por un motivo de elogio. Más bien todo lo contrario. Cuando quiere emular a Jacques Costeau pierde su apellido altisonante y se queda en un más adecuado "Jaime del Ridículo".

¿Quieren pruebas? Bien, la fotografía que ilustra este artículo empieza a dibujarnos el retrato de este lobo de mar de bazar de 'todo a cien'. Pero como es tozudo no desfallece, y muchos veranos lo encontramos en una embarcación, dispuesto a protagonizar una escena más para su colección particular. Este 2021 viene cargadito: todavía no nos hemos recuperado del susto de verlo en una cala de Ibiza vestido con mocasines, calcetines, pantalones, camisa, americana y corbata, fumando y con aspecto de homeless. El cuadro todavía resultaba más increíble cuando subía a una barca con esta indumentaria tan poco adecuada. Los bañistas de la playa alucinaban con el yerno de Juan Carlos I.

Jaime Marichalar, un lobo de mar inclasificable / Chance -Europa Press

Pues bien, Marichalar acaba de dejarnos boquiabiertos con una nueva peripecia marinera cuándo intentaba abandonar el yate en el que disfruta del entorno paradisiaco de Les Pitiusas. Afortunadamente para la vista del personal se había deshecho de su vestuario más formal y poco recomendable en alta mar, pero el hombre no tiene suerte. Un resbalón cuando subía a una lancha hizo que se pegara un trompazo que estuvo a punto de hacer gritar a tripulantes y amigos que lo acompañaban aquello tan manido de "hombre al agua".

Los colegas de navegación consiguieron evitar el drama, con el riesgo que eso hubiera comportado para su integridad. A sus 58 años y con las secuelas del ictus que sufrió hace años, mejor no comprar boletos para la tómbola de los accidentes náuticos. El vídeo de la agencia Europa Press y recogido por la revista 'Semana' confirma lo que todos sabíamos: Jaime es de tierra firme. Es el único entorno donde su verticalidad (y horizontalidad ) está garantizada. Fin de la historia.

Jaime Marichalar pegándose un trompazo en un yate / 'Semana' - Europa Press

Jaime Marichalar y el mar, una relación imposible / GTRES

Jaime Marichalar es más de tierra firme / JB

Jaime ha querido arriesgar demasiado y ha estado a punto de pagar un precio muy caro. Ya sabemos que es un gran fan de lujo y de las cosas caras, pero este no sería exactamente el concepto más saludable. Mejor que vuelva a sus antiguas tradiciones veraniegas, pasando las vacaciones (no sabemos para descansar de qué, la verdad) en el sur de España, entre Marbella y Sotogrande, refugio por antonomasia de los ricos españoles. Ibiza no le va bien. Ni él le va bien a Ibiza.