A Jaime Peñafiel todavía le quedan intimidades monárquicas en el buche después de la intensa entrevista que concedió a En Azul. En el diario donde escribe, El Mundo, el único de papel que publicó la pelea de reinas en portada, le permite escribir todo lo que sabe de los Borbones, a pesar que algunos periodistas están recibiendo presiones (ellos dicen sugerencias) de Zarzuela para rebajar el Letiziagate. Peñafiel es el decano de los cronistas reales y el primero que nos advirtió sobre esta reina. En su última columna revela un episodio poco explicado: el día que la esposa abandonó a su marido y a sus hijas y huyó.

GTRES

"No es la primera vez que la palabra divorcio se emplea refiriéndose a Letizia. Se habló en altas instancias de esa posibilidad antes de la abdicación". En Blau ya ha explicado las consecuencias de un divorcio pero Peñafiel explica cuándo estuvo a punto de suceder: "Felipe y Letizia habían estipulado con la Casa un régimen estricto de días de vacaciones en Palma, ese lugar que la consorte odia tanto. Esta decisión saltó por los aires cuando el Rey Juan Carlos pidió a su hijo que se quedaran unos días más. Quería disfrutar de sus nietas. El entonces príncipe, incapaz de desobedecer a su padre, estuvo de acuerdo. Ella, por supuesto, no. Dijo que se habían comprometido a irse un día concreto y que ella, con él o sin él, se iba. Y se piró a Madrid".

EFE

Letizia detesta el gregarismo y seguir lo que le mandan y, como ha escrito Mariángel Alcázar, no entiende que ser reina no es un empleo. No ficha de 9 en 5. Aquel día cogió un avión Palma-Madrid y dejó a sus hijas a cargo de su padre. Peñafiel sigue:"A consecuencia de aquel desplante, me contaron que la discusión entre el Rey y su hijo fue tensa y dramática hasta el extremo que, en un momento determinado, don Juan Carlos le gritó al príncipe: "¡Felipe, divórciate!". La palabra maldita en Zarzuela, la que Sofía no ha querido pronunciar, la que Elena y Marichalar esquivaron con aquel "cese efectivo de la convivencia conyugal". El problema es que Letizia tuvo que firmar unos capítulos matrimoniales muy favorables a Felipe, hasta el punto que en caso de divorcio pierde la custodia de las niñas. Peñafiel explica cómo fue el momento de firmarlas: "Felipe le dijo "Las capitulaciones son innegociables. Hay que firmarlas como están redactadas. No se puede cambiar ni una coma. Y Letizia firmó porque "aquí estamos a lo que estamos... Esto no es un rollo de amor".

Casa real

Letícia es mucha Letizia pero Peñafiel le baja los humos: "Letizia es un cuerpo tan extraño en la Familia Real como Iñaki". Hay una sentencia más severa que la del TS, la de la opinión pública.