El jefe del Estado sigue con sus 20 días de vacaciones. Entre el 21 y el 6 ni una sola aparición excepto el discurso (grabado) de Nochebuena. Los cronistas reales se han decidido a destrozarlo por este texto leído rutinariamente. Jaime Peñafiel escribe en El Mundo que a Felipe VI "le faltó humanidad, le faltó empatía. No fue entrañable sino frío, político y social y nada familiar". No salva nada.
Mientras la reina de Inglaterra incluyó hechos personales, como bodas o nacimientos reales, Felipe se limita a lugares comunes. Que hay que luchar contra la violencia de género, sólo faltaría, pero ¿y acabar con la discriminación machista en la sucesión a la Corona? de eso Felipe VI nunca ha dicho ni una palabra. "Hubiera sido muy emotivo y entrañable recordar el 80 cumpleaños de papá y de mamá" o el retorno de Cristina a la Familia. Escribe Peñafiel: "Los españoles le hubieran sentido más próximo si se hubiera referido, de una manera subliminal, al regreso de la hermana pródiga al seno de La Zarzuela, restañando viejas heridas a pesar de la dolorosa ausencia". Hay que recordar que el sentido literal de hijo pródigo es el hermano pequeño que se larga a dilapidar la fortuna familiar y vuelve arrepentido.
El cronista califica el discurso del Rey de "retórico" y "aburrido". Y sobre Catalunya le recomienda a Felipe VI que diga lo mismo que Isabel II respecto del referéndum del Brexit: "Incluso con las más profundas diferencias tratar a los demás conorespeto y como seres humanos que son. Siempre un primer paso hacia una mejor comprensión". Que el discurso de la próxima Navidad se lo escriba Peñafiel.
El dato que falta es que en TV3 el discurso del Rey fue seguido por 16 mil catalanes. La audiencia de Felipe VI en el único canal de TV3 que lo emitió, el 3/24, fue del 1% de share. Fracaso total. Dos días después que Vicent Sanchis relegara al Rey a su tercer canal y lo hundiera de audiencia, la justicia ha imputado al director de TV3.