La primera aparición del rey Felipe en cuarentena, pálido, sin brillo, vía telemática y sentado en una habitación de Zarzuela, no ha evitado que sigan las especulaciones sobre quién hubiera podido contagiarle el coronavirus a los 52 años. Han tardado seis días para informar que el jefe del Estado ha dado negativo. El contagio fue el sábado y el negativo se ha hecho público el viernes. Opacidad típica de Zarzuela, como no querer decir quién es el señor o señora X con COVID lo bastante próxima al rey como para verse a solas un sábado.
Jaime Peñafiel se añade al baile de nombres. Dos digitales señalaron a Álvaro Fuster, amigo íntimo de Felipe. El Español lo desmintió y señala a un escolta del monarca con quien jugó el sábado a pádel. Peñafiel da más datos a LOC: "Tranquila que él no se ha ido con la otra. Más bien se ha ido con uno que no es conocido de la familia. ¡Menos mal que las sospechas de la dama no se han cumplido! (...) Felipe VI tiene la culpa de permitir el incumplimiento del mínimo protocolo y formalidad en el ámbito institucional. Mal. Muy mal van el Rey y la monarquía si no se hacen respetar. Pablo Iglesias abusa de que Felipe es un pobre hombre, bueno sin esfuerzo".
A Peñafiel se le entiende todo. Alguien temió que Felipe hubiera pasado la noche lejos de la cama de Letizia, que no ha tenido que hacer cuarentena. Peñafiel: "No se ha ido con la otra sino con otro no conocido de la familia". Quien dude si habla de Felipe y Letizia puede leer un poco antes en el artículo cómo habla de la reina de Inglaterra y su marido: "Felipe e Isabel dormían no en camas, sino en habitaciones separadas. Como muchos reyes, como muchos matrimonios. Aunque ya se sabe eso de que quien no comparte lecho acaba no compartiendo techo".
Sobre la vida amorosa del rey Felipe se han escrito ríos de tinta y píxeles. Quien más ha escrito, Peñafiel, advierte que los reyes que duermen separados acaban divorciándose. Y remata "Felipe es un pobre hombre". Que no un hombre pobre.