"Ya tendría que aprender Letizia, que es mínima en todo”, "Una mala persona","¡Nunca en el Palacio Real hubo tanta frivolidad por partede un invitado pero, sobre todo, por parte de la anfitriona!", "¿Escribir un libro sobre Letizia? Antes me pego un tiro"... La lista de piropos de Jaime Peñafiel a la reina Letizia es larga. Y lo que te rondaré morena. El cronista azul por excelencia tiene cuerda para rato y estopa para repartir, especialmente a la mujer de Felipe VI. Difícilmente irán juntos a tomar el té a la Zarzuela. De hecho, ni con ella ni con nadie de su familia.
Que Peñafiel y Leti no son los mejores amiguis ha quedado sobradamente demostrado. Pero todo lo que ha dicho y escrito el periodista sobre la reina ha generado que tenga otro enemigo íntimo. El padre de la criatura. Jesús Ortiz, padre de Letizia, está hasta la coronilla de lo que escribe Peñafiel sobre su hija. Prueba de eso es lo que se vivió por las calles de Madrid, tal como escribe la otra cronista real con mayúsculas de este país, Pilar Eyre. Explica la periodista de Lecturas que el otro día, cerca del hotel Ritz de Madrid, hubo un encontronazo entre los dos hombres. Como si fueran Clint Eastwood y Lee Van Cleef en el duelo final de El bueno, el feo y el malo, pero sin un tercero en discordia.
Entre la multitud, Peñafiel percibe el rostro de alguien conocido, Ortiz. Este se lo queda mirando fijación. Música de Ennio Morricone de fondo. Sonríen vagamente los dos, "como cuando se ve a un amigo al que no se sitúa bien, se dirigieron el uno hacia el otro con cierta vacilación, pero con la mano tendida, y glups…". Este 'glups' al que hace referencia Eyre, un 'glups' de tierra, trágame, es equivalente a un educado, pero tenso desprecio del uno hacia el otro. Porque cuando se iban a dar la mano, a escasos metros de distancia, el padre de Letizia le hizo una cobra de mano, negándole el saludo. "Fue un poco violento", le confesó Peñafiel a Eyre con una carcajada.
Si eso ha pasado con el padre de la reina, imaginen qué puede pasar la próxima vez que Peñafiel y la misma Letizia se encuentren cara a cara. Todo llegará.