Iñaki Urdangarin llora desconsolado dentro de su coche aparcado delante de su antiguo lugar de trabajo, en el despacho de abogados vitoriano donde todavía trabaja su novia, Ainhoa Armentia. Fue portada de revista pero el texto no revelaba cuál era la razón de las lágrimas. En todo estos tiempos nunca se había visto el exmarido de la infanta Cristina llorando. Ni cuándo le leyeron la sentencia que lo condenaba a 5 años de prisión. Ni cuándo ingresó en el centro penitenciario. En este caso porque nunca se fotografió como entraba o salía. Una rareza. Ahora llora y Telecinco emite el vídeo:
¿Qué es lo que le pasa? ¿Una enfermedad grave? ¿Cristina le ha cerrado el grifo del dinero? El diario ABC publicó que la hermana del rey Felipe le pasa a su exmarido una pensión de 5000 euros mensuales para que calle y no vaya al Deluxe. Telecinco intentó dar las claves en un poco visto especial del domingo por la noche (9,9% de share, muy por debajo de las expectativas) y se habló de que el Barça le ha negado a Iñaki Urdangarin un puesto de trabajo fijo en el club. Pero el día antes, Jaime Peñafiel publicó la razón de las lágrimas en su digital LOC.
Jaime Peñafiel: ": "Las lágrimas de Iñaki Urdangarin en el interior de un coche pueden ser el resumen de muchas impresiones simultáneas de todo lo que le ha pasado y está pasando: la desmesura de los cinco años de prisión, el abandono de Cristina y de la Familia Real, la falta de trabajo, que le ha producido la espiga de la locura y la cosecha de las lágrimas que, en este caso, pueden ser enemigas del recuerdo del deseo, de la pena, de lo que aún ama, que es su familia". La razón es muy sencilla: Iñaki no ha pagado su deuda con la sociedad. 5 años de prisión cumplió solo 2. Y por eso ahora está en libertad condicional. Tenía que ir a los EE.UU. a la boda de un sobrino, donde también estaba invitada la infanta y sus hijos, y los EE.UU. le han denegado el visado por los antecedentes penales y porque no es un hombre libre sino en libertad condicional.
Peñafiel: "Ese día tuvo que aceptar que todavía no es un hombre libre sino en libertad condicional. Por ello, le denegaron el visado para viajar a los Estados Unidos y reunirse, por primera vez desde que salió de la cárcel, con toda la familia, coincidiendo con la boda de dos de sus sobrinos. Y para mayor “escarnio”, Cristina sí viajó con sus hijos Juan, Miguel e Irene. ¡Qué falta de sensibilidad y de respeto para quien todavía en su marido!". Peñafiel detesta a los hijos de Juan Carlos, especialmente los dos pequeños, Felipe y Cristina. Pone así punto final a las especulaciones. Iñaki llora porque no ha pagado lo que robó. Ni ha devuelto el dinero. Y claro, los EE.UU. no son España. Allí no puede poner un pie.
Las especulaciones de las lágrimas
A los 54 años, nada indica que se trate de un problema de salud de Iñaki. Conserva el estado de forma en fotos recientes en la playa, compitiendo en una carrera con su hijo Pablo que es deportista de élite en el FC Barcelona. No es eso. Tampoco es que la reunión con la infanta Cristina unos días antes fuera mucho mal. La hermana del rey está como Rosalía, despechá, y un cónyuge engañado es mal enemigo. Resentimiento, rencor y venganza. La infanta Cristina corta el dinero y deja a Urdangarin en la intemperie, sin pensión y sin ver a su hija pequeña que vive en Suiza. Irene es todavía menor. Del resto de hijos, Juan, el grande, el rarito, se ha alejado de Iñaki y no ha querido pasar las vacaciones. Las lágrimas anuncian drama, Iñaki está desesperado. Vive de su madre y el futuro es negro. No tiene trabajo y no puede ni ir a una boda. Si Ainhoa lo deja hará una barbaridad. Y s Zarzuela se la repampimfla.