Juan Carlos se podría haber marchado acompañado a los Emiratos Árabes. Según la periodista Pilar Eyre, el rey emérito está con una amante desde que huyó de España a principios de agosto. Una revelación que llega al mismo tiempo que se vuelve a hablar de las grabaciones de Corinna Larsen, en las que la alemana destapba una nueva relación extramatrimonial del Borbón con la empresaria valenciana Sol Bacharach, que los especialistas en Casa Real desconocían. Incluso Jaime Peñafiel, que normalmente está al día de todos los intríngulis de la monarquía española, asegura que no sabía nada. Aunque del resto de amigas del exmonarca sí que sabe un montón, y este sábado explica en su columna del diario El Mundo una anécdota de los cuernos reales a Sofía que recupera de vez en cuando para sus lectores.
Mientras ciernen las dudas sobre la identidad de las dos amantes anónimas del emérito, Jaime Peñafiel habla de otra de ellas: Olghina de Robilant. La condesa italiana y el entonces príncipe se conocieron cuando él todavía no se había casado con la reina Sofía. De hecho, el cronista real afirma que pasaron juntos la noche anterior a la pedida de mano. "Cuando don Juan Carlos se dirigía de Lisboa a Lausana para pedir la mano de Sofía, coincidió en Roma con Olghina. Con ella pasó la noche en un modesto hotelito", escribe el articulista. "Durante la refriega amorosa y según contaba ella, se extravió, entre la colcha y las sabanas, el anillo de pedida que, 24 horas después, le entregaría a Sofía". Según Peñafiel, Juan Carlos perdió el anillo de compromiso cuando se encamaba con una amante. Pero lo acabó encontrando y se lo entregó, a la que era su novia, cuando finalmente llegó a Suiza: "Esta petición de mano no fue tan protocolaria como la de Felipe a Letizia. ‘Sofi, cógelo’, fue lo que le dijo Juan Carlos a Sofía. ‘Me tiró por el aire un paquetito con un cajita’. Dentro estaba el anillo de pedida que Olghina de Robilant había tenido en sus manos, antes que Sofía".
El resto de la historia es de sobra conocida por todo el mundo. Juan Carlos y Sofía se casaron, comieron muchas perdices y vivieron... ¿felices?