Al rey emérito cada vez le queda menos para llegar a los 90 años. Concretamente, ayer, día 5 de enero, cumplía 86 años y lo hacía ni más ni menos que con una increíble fiesta desde los Emiratos Árabes. La edad no es ningún impedimento para Juan Carlos y por primera vez desde su llegada a Abu Dabi celebraba su cumpleaños por todo lo alto. Entre amigos y familiares sumaban un total de ochenta invitados y, aunque destacaran algunas ausencias, pudo disfrutar y celebrar su día con su entorno. Los millares de kilómetros no lo separan de su país y es que el 'dress code' oficial era Marbella. Tradicional, clásico y español. Literalmente como casa.
La fiesta tuvo lugar en la misma casa del emérito, una mansión de 11 millones de euros y más de mil metros cuadrados en la isla de Nurai. Un sitio más que grandioso para reunir a los ochenta invitados, entre la lista, asistieron, con actuación incluida, el famoso dúo "Los del Río" los cuales seguro que hicieron bailar a todo el mundo con "La Macarena" Con respecto a la familia, no pudieron asistir todos al completo. Ni el rey Felipe, ni la reina Leticia, ni la princesa Leonor y ni la infanta Sofía viajaron hacia los Emiratos Árabes. Como era de esperar, tampoco vimos la presencia de Sofía, la consorte del rey. Por otra parte, sus dos hijas, las infantas Cristina y Elena. Entre los nietos que han viajado para ver a su abuelo, Victoria Federica lo felicitaba públicamente con una fotografía de cuando era joven. A la infinita lista de invitados, tampoco han faltado los ex jefes de la casa real, íntimos amigos de Juan Carlos. Han estado in sditu dando apoyo al rey emérito nombres como Fernando Almansa, jefe de la Casa Real durante diez años, Rafael Spottorno, que lo fue los últimos años hasta la abdicación y célebre por su condena a prisión en el caso de las tarjetas black de Bankia, los tres amigos íntimos del rey que le han organizado la fiesta, Pedro Campos, Eduardo Anitua y Miguel Arias. La llista se alarga con Javier Corsini, empresario compañero de caza del monarca i su esposa María Teresa Prado y Eulate, hija de Manuel Prado y Colón de Carvajal, mano derecha en los negocios de Juan Carlos. Y no ha faltado el locutor y portavoz oficioso del rey, Carlos Herrera. Y el toque rosa, la presencia de una de las examantes del rey, la mallorquina Marta Gayá. No han acudido a la invitación Mario Vargas Llosa ni el exjefe del CNI Félix Sanz Roldán.
Juan Carlos I se encuentra en un buen momento personal, y de momento, este año tiene muchos motivos por celebrar. Sus cuentas judiciales y fiscales en Suiza, España y Reino Unido se han amortizado. Además, el pasado mes de octubre el Tribunal Supremo de Londres rehusó juzgar e investigar la demanda de acoso que le impuso Corina Larsen, la famosa amante del rey emérito. Sus visitas a España ya se han empezado a normalizar, sin embargo, permanecerá en su residencia de Abu Dhabi, lejos de polémicas y revuelos. Una fiesta que tiene lugar tres semanas después de la chalada encuentro familiar del 60 aniversario de la infanta Elena y también la celebración del 18.º aniversario de la princesa Leonor, aunque ni él, ni como consecuencia Sofía, estuvieron invitados a los actos constitucionales.
A pesar de estar a miles de kilómetros del país, Laurence Debray, su biógrafa, asegura que está todo el día pendiente de la complicada situación política en España y, según se detalla, Juan Carlos considera que su hijo está reinando con unas condiciones muy complicadas. No sabemos exactamente a qué se refiere, si a los desacuerdos políticos o a la crisis matrimonial que estarían viviendo los reyes después de la infidelidad de Jaime del Burgo, uno de los nombres más chalados en los últimos meses. Dejando de lado las preocupaciones que pueda estar teniendo su hijo, el rey emérito ha disfrutado de una gran fiesta sin importarle nada. Ha vuelto a ser Rey por un día.