Este año, los reyes Felipe VI y Letizia celebrarán 21 años de matrimonio, una unión que en su momento generó gran controversia dentro de la Casa Real. La boda, que tuvo lugar el 22 de mayo de 2004 en la Catedral de la Almudena, no contó con el beneplácito de los reyes eméritos, Juan Carlos I y Sofía, quienes consideraban que Letizia no cumplía con los estándares esperados para una futura reina consorte.

Desde el inicio, la familia Ortiz Rocasolano fue vista con recelo dentro del exclusivo entorno monárquico. La presencia de una plebeya, divorciada y nieta de un taxista no encajaba con la imagen que los Borbones querían proyectar. Además, los antecedentes personales de Jesús Ortiz, padre de Letizia, tampoco ayudaban. Su divorcio de Paloma Rocasolano y su posterior relación con una mujer más joven añadieron más tensión a la situación.

Jesús Ortiz y su pareja

Letizia ocultó algunos detalles de su pasado que le provocaban bochorno

Estos detalles de su pasado incomodaban a Letizia. Sabía que no eran bien vistos en las altas esferas. Y cuentan algunas fuentes que ocultó información sobre sus orígenes y modificó ciertos detalles para que su imagen fuera más aceptable. Uno de los temas más polémicos es la visión que la realeza tenía sobre los Ortiz Rocasolano, a quienes consideraban un clan desestructurado y carente de modales. Las diferencias se hicieron evidentes desde la misma boda, y con el tiempo se supo que Letizia no solo evitó revelar ciertos aspectos de su pasado, sino que incluso obligó a su padre, Jesús Ortiz, a mantener en secreto algunos detalles sobre la familia.

Uno de los secretos mejor guardados fue la verdadera profesión de Antonio Vigo, esposo de Érika Ortiz y padre de Carla Vigo. Durante mucho tiempo se dijo que Vigo era escultor, un título que sonaba más acorde con la imagen que Letizia quería proyectar en su nuevo entorno. Sin embargo, según revelaciones de David Rocasolano en su libro ‘Adiós, Princesa’, y reportes de medios como El Español, la realidad era distinta: Antonio Vigo trabajó como barrendero en la Comunidad de Madrid.

Antonio Vigo / Fuente: antoniovigoescultura.com

No era escultor, era barrendero

Aunque ser barrendero es una profesión digna y respetable, Letizia consideraba que esta información podría afectar su imagen dentro de la Casa Real. Por ello, presionó a su padre, Jesús Ortiz, para que mantuviera la versión de que Vigo era escultor y así evitar que la monarquía cuestionara aún más su linaje.

No es la primera vez que se señala a Letizia por tratar de modificar su pasado. El periodista Jaime Peñafiel reveló que, en los primeros años de su relación con Felipe, la entonces periodista ocultó que su madre, Paloma Rocasolano, era sindicalista de izquierdas. Esto, sumado a otros episodios como el supuesto aborto en la Clínica Dator, evidenciaría una estrategia meticulosa para adaptarse a su nuevo rol.