Jesús Ortiz siempre se ha mantenido en un discreto segundo plano. Sin embargo, sus inicios fueron controvertidos. Se casó solo unos meses antes que su hija. El padre de la reina estaba divorciado de Paloma Rocasolano por diferencias irreconciliables. Empezó una relación con Ana Togores, una mujer de la misma edad que su hija. Esto no gusto nada a Zarzuela. Juan Carlos y Sofía pidieron a la futura mujer de su hijo unidad familiar. Jesús y Paloma tuvieron que disimular en las fotografías de aquel día. Mostrar un gran carió y aparcar a sus parejas. Aquel día Ana no acudió a la ceremonia. A los últimos actos siempre ha estado presente, tanto en los bautizos de las niñas como en sus comuniones, o recientemente en la confirmación de Sofía. También está invitada al cumpleaños de Leonor, pero siempre en un segundo plano. Nunca aparece con la familia real porque no quiere interferir.
En el primer año de relación de Letizia y Felipe, el periodista, tal vez por su profesión, se fue de la lengua y concedió una entrevista a un medio de comunicación. Dejó en ridículo sin querer a su propia hija, ésta tuvo que pedir perdón a Juan Carlos y Sofía y regañó a su padre. Desde ese momento nunca se ha vuelto a pronunciar. Sin embargo, su nombre ha estado envuelto siempre en polémica. A día de hoy todavía tiene una batalla legal con ‘El Español’ por un artículo que se escribió donde decían que era republicano.
Froilán, el gran enemigo de Jesús Ortiz
Jesús Ortiz se enfadó aún más cuando descubrió quién podía estar detrás de esas afirmaciones. Ni más ni menos que Froilán. El sobrino de Felipe y Letizia, orquestado por Juan Carlos, se convirtió en el mayor enemigo de los Ortiz Rocasolano. Es quien soltó el rumor a la prensa de que el padre de la reina era republicano. “Me dijo que ella (Letizia) era republicana. No habló muy bien de ella, no le tiene demasiado aprecio”, continuaba explicando una amiga de Froilán al programa. En alguna ocasión, Froilán también ha criticado duramente a la familia de Letizia, como a Jesus Ortiz. Le llamó “republicano”. Le menosprecia por ser plebeyo, él se ve superior por ser hijo de una infanta y nieto de reyes. Le recuerdan su antigua profesión, taxista. Después de muchos años se reencontrarán cara a cara en el cumpleaños de Leonor que se celebrará en El Pardo, si alguno de los dos no se controlara podrían saltar los cuchillos. La tensión en esta celebración familiar va a ser más que evidente.
