Cuando conocimos a Jesús Ortiz ya hacía años que tanto él como Paloma Rocasolano habían optado de mutuo acuerdo por separar sus caminos. Estaban divorciados. Aunque para Juan Carlos y Sofía el divorcio era algo impensable en la corona, así que les obligaron a asistir juntos y enamorados a la boda de su hija con Felipe VI. No querían que nada ni nadie desviase el foco de la prensa, ya habría tiempo para descubrir la verdad. Por este motivo, Ana Togores, la mujer del periodista, no pudo asistir a la boda, no estaba invitada. Aunque en aquella época a Letizia tampoco le hacía demasiada gracia. No tenía buena relación con ella. Se casó demasiado rápido, unos meses antes de la boda de su hija, y Ana tenía una edad similar a la de la reina, veinte años menos que su padre. En aquel entonces pensaba que solo quería poder y dinero.
En los últimos años se han conocido muchas cosas de Letizia gracias a las biografías no autorizadas de varios expertos en Casa Real, pero también de su familia, por parte de su primo, David Rocasolano. Éste hundió a los Ortiz. No tenía buena relación con la familia de Jesús, ni con él mismo. Según David, la casa la llevaba siempre Paloma Rocasolano que era una mujer trabajadora, pero con su sueldo de enfermera no llegaba para mantener a tres hijas. Jesús decía que era un periodista reputado pero realmente no era así. Trabajaba un día sí y otros tanto no.
Jesús Ortiz no soportaba a la familia de Paloma Rocasolano
Jesús Ortiz nunca ha tenido buena relación con la familia de Paloma Rocasolano. Los padres de la enfermera no creían que el periodista sería una buena pareja para su hija. Y eso que en este caso ninguno de los dos pertenecía a la realeza. Nunca se vio al famoso abuelo Paco en compañía de Jesús. Y es que Pilar Eyre ha sabido que no tenían buena relación. Evitaban encontrarse, pero si eso sucedía saltaban chispas.
Fue un día previo a la gran boda de la monarquía española. Pilar Eyre ha asegurado que la familia de Letizia se encontro previo a la boda en un bar del hotel y que esto trajo consigo un grave conflicto, y los protagonista principales fueron el abuelo materno de Letizia y su padre. “Se ve que tuvieron un encontronazo. Parece ser que hubo hasta puñetazos. Cuando llegaron a la Almudena, el ambiente ya estaba bastante caldeado”, detalla la comunicadora. Los tuvieron que separar, no se hablaron durante toda la boda, y evitaron encontrarse.